Qué es la autoestima
Todos arrastramos las heridas de un pasado que quizás no hemos superado. Si nuestras experiencias han sido negativas, y nos han marcado de un modo nefasto, nuestra percepción acerca de todo lo que somos, y de lo que valemos se verá totalmente distorsionado. No aceptar quienes somos, nos puede llevar a sufrir un gran dolor. Es por ese motivo que debemos saber cómo tratar y mejorar la autoestima.
Cuando somos niños, somos muy vulnerables. Necesitamos los cuidados, la protección y el cariño de las personas más cercanas y queridas. Pero a veces no obtenemos esas atenciones, y lo que tenemos, en cambio, son reproches y críticas por todo. Un niño que recibe esa clase de maltrato continuo lo aceptará y lo normalizará, porque en esas edades creemos lo que nuestros padres o tutores nos dicen. No somos capaces de afrontar esos juicios porque no tenemos, por la edad, las herramientas emocionales que necesitamos.
Podríamos definir la autoestima como la percepción que tenemos acerca de nosotros mismos, de todo lo que somos y todo lo que hacemos. Si nos hemos desarrollado cuestionando nuestra valía, nos convertiremos en adultos heridos, incapaces de aceptarnos a nosotros mismos. Al final, son las heridas de nuestra infancia las que hacen que de adulto no sepamos querernos tal y como nos merecemos. Porque en definitiva, todos somos responsables de nosotros mismos, y tenemos que hablarnos con respeto y amor.
Quien posee una autoestima alta, tendrá una actitud ante la vida mucho más positiva y sana que una persona con una autoestima baja. No aceptarse ni quererse tiene un precio emocional, que nos llevará a padecer un enorme sufrimiento. El estado de ánimo, el modo de enfrentarnos a los miedos y a los problemas, y el modo de relacionarnos se verá afectado de manera negativa si no somos capaces de valorarnos, como veremos en este artículo. Por todo ello, es realmente necesario que sepamos cómo tratar y mejorar la autoestima
Tipos de autoestima
A lo largo de nuestra vida hemos escuchado que la autoestima podemos tenerla alta o baja. Y es así, todo dependerá de como nos percibamos, y como nos sentimos con nosotros mismos. Es importante conocer qué tipo de autoestima tenemos, porque si no es la adecuada, deberemos tomar las decisiones oportunas para reconstruirnos, y aprender a valorarnos tal y como nos merecemos. Tenemos que entender que somos nuestra responsabilidad, y tenemos que procurarnos los cuidados y atenciones necesarias para tener una buena autoestima. No podemos caer en el error de pensar que el modo de percibirnos no se puede cambiar. Todo está sujeto al cambio, y por tanto, debemos aprender a tratarnos bien, y a querernos más de lo que nadie pueda hacerlo jamás. Y los tipos de autoestima que existen son:
- Autoestima alta. Es el tipo de autoestima que todos deberíamos tener. Pero de un modo sano y constructivo, no cayendo en una autoestima competitiva y nutrida en el ego. Es un modo de percibirnos positivamente, aceptándonos y valorándonos por todo lo que somos, y todo lo que hacemos. Al final es una autoestima sana, que busca no depender de nadie ni de nada, y entendiendo que debemos ser nuestra propia prioridad.
- Autoestima baja. Es una autoestima donde quien la padece se percibe a si misma, como una persona incapaz y poco válida. Con esas premisas podemos entender que la persona que se percibe de un mod negativo, será implacable con ella misma, con sus defectos y sus fallos. Al final, podemos llegar a ser nuestros peores jueces. Esta clase de autoestima generará un gran sufrimiento y dolor. Quien no se acepta ni se quiere, llegará a sufrir ciertos trastornos, y sus relaciones no serán nunca del todo satisfactorias. No tenerse como su prioridad, nos puede llevar a dejarnos a un lado con tal de contentar a los demás, y necesitar en todo momento la aprobación de las personas que están en nuestras vidas. En ese estado acabaremos necesitando a quienes estén a nuestro lado, y eso nos llevará a relaciones totalmente tóxicas.
Síntomas de la autoestima baja
Más que una sintomatología, tendríamos que centrarnos en un modo de conducta. Cuando alguien no consigue aceptarse ni quererse tal y como es, verá como su modo de pensar y actuar estará siempre sujeto a sus miedos y sus inseguridades. Ello le afectará tanto a su salud emocional y psicológica, como en el aspecto social, e incluso en sus relaciones de pareja. Una autoestima dañada condiciona totalmente la manera de actuar de la persona que la padece. Y entre los síntomas de la autoestima baja más comunes están:
- Autocrítica constante. Las personas con una autoestima baja suelen juzgarse demasiado. No aceptan sus defectos, o sus errores, siendo implacables con sus fallos. Suelen ser muy críticos con ellos mismos.
- Necesidad de aprobación. Cuando no alguien se percibe de un modo positivo, creen que no son capaces de hacer según que cosas, y se encontrarán inseguros en cada paso que den. Con todo ello, necesitarán que los demás aprueben todo lo que hacen, y eso les hará ser emocionalmente dependientes.
- Miedo al rechazo y a la soledad. Depender de los demás hace que las personas con una autoestima baja, sientan auténtico terror a quedarse solos, así como sentirse rechazados por los demás. Son miedos que les puede paralizar por completo.
- Son exigentes con ellos mismos. Como no soportan las críticas, y no soportan fallar, suelen ser muy exigentes y perfeccionistas con todo lo que hacen. No aceptan cualquier error, y eso le hace sufrir un gran nivel de estrés en su día a día.
- Están a la defensiva. Como ellos mismos se perciben como personas poco válidas, creen que los demás tienen la misma percepción, y por tanto, todo lo que le digan o hagan, lo puede percibir como un ataque personal. Eso les hará tomar siempre una actitud totalmente defensiva. Autoexigencia.
- Se sienten culpables. Al creer que son personas no válidas, llegan a percibir que cuando hacen o dicen algo a alguien, les hace daño. Se sienten constantemente culpables, porque creen que siempre están cometiendo errores, y dañando a los demás.
Causas de la autoestima baja
Todo lo que somos es fruto de nuestra experiencia. Construimos nuestra personalidad, y como nos percibimos a través de todo lo que nos ocurre, o nos ha ocurrido en nuestra vida. En la infancia, todos somos vulnerable. Necesitamos a las personas cercanas, sobre todo a nuestros padres o tutores. De ellos necesitamos su cariño, sus atenciones y cuidados. Si obtenemos lo que necesitamos para desarrollar una personalidad sana, creceremos percibiéndonos de un modo positivo. En cambio, si hemos crecido bajo las críticas, los reproches y los malos tratos, seguramente nuestra percepción acerca de nosotros mismos será negativa, percibiéndonos como personas poco válidas o incapaces, como nos han hecho creer los adultos que nos criaron. Un niño que no ha recibido los cuidados que necesitaba, se convertirá en un adulto herido.
La causa de una autoestima baja es, en definitiva, haber escuchado y aceptado las opiniones y juicios de los demás acerca de quienes somos, y callar nuestra propia voz. Cuando somos pequeños no tenemos las herramientas emocionales necesarias para hacer frente a todos esos juicios y reproches. Si son nuestros padres quienes nos recuerdan todo lo malo que hacemos, y lo que somos, normalizaremos esas opiniones, y aceptaremos que somos personas incapaces o poco válidas. En la edad adulta, si queremos dejar atrás ese nodo de pensar y de percibirnos, debemos reconstruir nuestra autoestima, y para ello es necesario la ayuda terapéutica. Deberemos aprender cómo tratar y mejorar la autoestima.
El dolor que produce la autoestima baja
Tener una autoestima baja es sin duda un gran obstáculo a la hora de desenvolverse en la vida, y en diferentes ámbitos. El hecho de percibirse de un modo negativo afectará a quien lo padece, en aspectos tales como en su forma de relacionarse, en la forma de actuar y de pensar. Todo ello puede tener su repercusión en diferentes ámbitos, como en el laboral, en el familiar, o en el social, por ejemplo.
Las personas con una autoestima tan dañada puede establecer relaciones tóxicas, donde la necesidad y la dependencia emocional puede estar presente. Cuando alguien no se percibe de un modo positivo, necesitará los cuidados y atenciones de los demás, así como la aprobación de todo lo haga. Cuando necesitamos a los demás para sentirnos bien, podemos encontrar a alguien que se aproveche de esa necesidad para conseguir aquello que desea.
No aceptarse ni quererse, sin lugar a dudas, conlleva a un estado de ánimo bajo. Nadie se puede sentir bien, sino se percibe como una persona apta y valiosa. Es por ese motivo, que las personas con una autoestima tan dañada, suelen sufrir episodios depresivos muy graves. También, al estar siempre alerta ante las opiniones de los demás, y hacerlo todo lo mejor posible, puede hacer que la persona que sufra este tipo de autoestima, sufra altos niveles de estrés. Y esa gran presión puede hacer que se desarrollen cuadros ansiosos. La ansiedad es una de las secuelas más notables de una autoestima baja.
El miedo y las inseguridades puede llevar a la persona que lo padece, a experimentar emociones tan negativas como la culpa, la tristeza, o la rabia. No sentirse bien, y no aceptarse uno tal y como es, puede llevar a la persona que sufre este tipo de autoestima, por caminos de sufrimiento y dolor. Para evitar caer en la trampa de no percibirnos como personas válidas, deberíamos aprender a cómo tratar y mejorar la autoestima.
Cómo tratar y mejorar la autoestima
Para tratar y mejorar nuestra autoestima, debemos cambiar ante todo la percepción que tenemos acerca de todo lo que somos. No podemos aceptarnos si no somos capaces de ver nuestra propia valía, y eso requiere un cambio total en la forma de pensar y actuar. Al final, recomponer nuestra autoestima es una cuestión de voluntad y actitud. Si seguimos escuchando las opiniones de los demás acerca de nosotros, silenciamos nuestra propia voz, y con ello no podemos cambiar nuestra visión de todo lo que llegamos ser. También para mejorar la autoestima deberemos seguir las siguientes recomendaciones, como son:
- Identifica qué te ocurre. Cuando experimentamos un sufrimiento que no podemos gestionar, debemos saber qué nos ocurre. Es importante reflexionar acerca de nuestros sentimientos, nuestros miedos, y nuestras emociones. Sabiendo por qué proceso estamos atravesando, sabremos qué hacer en cada momento. Si entendemos que nuestra autoestima está dañada, y eso nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida, tendremos un punto de inicio para superar todo lo que nos atormenta y nos daña.
- Busca las causas de tu autoestima baja. Es muy importante conocer y reflexionar acerca de aquello que nos hizo sentirnos así respecto a nosotros mismos, y qué personas han estado involucradas. Identificar el origen de todo lo que sentimos es el primer paso para sanar todas las heridas.
- Deja de autoexigirte. No seas tan severo contigo mismo. Si cometes algún fallo o error, no te preocupes. Aprende de ello y no te castigues. No eres perfecto y nunca lo serás. Así que, acepta que no puede con todo. Ya haces todo lo que puedes. Sé amable contigo.
- Háblate bien. Tienes que empezar a tener un discurso interior positivo acerca de ti mismo, de todo lo que eres, y de todo lo que haces. Es importante que comiences a ser amable contigo mismo. Debes de ser tu mejor amigo.
- Haz aquello que te guste. Volver a hacer aquellas cosas que te permiten sentirte bien, es esencial para que empieces a ganar confianza en ti mismo. Si por ejemplo, te gusta tocar el piano, hazlo. Tienes que volver a sentirte bien con todo lo que haces.
- No te aísles. Relaciónate con las personas que quieres y que te quieren. Selecciona a las personas que entran en tu vida. Apuesta por las personas que sumen, y te hagan sentirte bien. Incluso puedes probar con conocer a personas nuevas.
- Ten objetivos. Es importante marcarte metas. Pero deben ser metas realistas. Tener objetivos te ayudará a sentirte activo y válido.
- Perdónate. Si has cometido fallos, no seas duro contigo mismo. Todos cometemos fallos, y al final la vida es un aprendizaje continuo. De todos los errores se aprende, así que perdónate, y pasa página. No te castigues por nada.
- Busca ayuda psicológica. La terapia te ayudará, sin dudas, a tener las herramientas que necesitas para sentirte bien y reconstruir tu autoestima. Apuesta por ti, y apuesta por la terapia como método de volver a ser tú mismo. Es esencial que aprendamos cómo tratar y mejorar la autoestima.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
Deja una respuesta