La crítica patológica hacia uno mismo

Cuando nos criticamos a nosotros mismos

Te animo a que te mires en el espejo, y me digas a quien ves. Sí, eres tú mismo, y esa persona es la única que puede dañarte realmente. Nadie te hará más daño de lo que puede hacerte la persona que estás observando en el espejo. Porque realmente podemos convertirnos en nuestros peores enemigos, y el dolor que podemos provocarnos puede ser inmenso, más del que nadie pueda hacernos nunca. La crítica patológica hacia uno mismo es una forma de autodestrucción, como así veremos en este artículo.

Conocemos todos nuestros fallos mejor que nadie. Y es por ese motivo que podemos volvernos  muy exigentes y muy rígidos con nosotros mismos. Además, nos encontramos ante el hecho de que a menudo nos vamos comparando con los demás, y ello hace que nos percibamos de un modo negativo, cuando deberíamos aceptarnos y querernos tal y como somos. Porque es cierto de que tenemos muchos defectos, pero tenemos muchas más virtudes, pero tenemos la mala costumbre de centrarnos solo en lo negativo, y eso siempre causa dolor y sufrimiento.

Cuando comenzamos a criticarnos y a juzgarnos por todo lo que hacemos, y por todo lo que somos, algo se rompe en nuestro interior. Esas críticas patológicas se convierten en un gran azote a nuestra autoestima, y a la percepción que tenemos acerca de nosotros. En ese momento comenzaremos a percibirnos como personas poco capaces o no aptas, y eso sin duda hará que nuestra autoestima se vea dañada para siempre, comenzándonos a hablar a nosotros mismos de una forma despectiva que nos generará un gran sufrimiento, y afectará al modo de vivir, de percibirnos, y de relacionarnos con los demás.

Todo el daño que podemos hacernos está en el hecho de como nos percibimos y como nos hablamos. Solemos ser muy rígidos e implacables con nuestros errores y fallos, cuando es algo nuestro, y es algo que todos tenemos. Nuestros defectos forman también parte de nosotros, y debemos aceptarnos. Es cierto que podemos mejorar, pero igualmente, debemos aprender a querernos tal y como somos. Es importante tratarnos como nos gustaría que los demás lo hicieran. Ese es el único camino para respetarnos y hacer que los demás nos respeten. La crítica patológica hacia uno mismo se comporta como un virus, si le dejamos crecer nos destruirá, pero si la afrontamos desaparecerá antes que pueda hacernos mucho daño. Debemos cambiar el modo en el que nos hablamos, y nos tratamos.

Qué es la crítica patológica hacia uno mismo

La crítica patológica hacia uno mismo hace referencia a esa voz crítica interior que todos tenemos, y que es capaz de juzgarnos y criticarnos por todos nuestros errores y fallos. Es una voz que nos recuerda no solo que no somos perfectos, sino que nos hace percibirnos como personas incapaces y poco aptas. Es decir, hace que tengamos una visión totalmente negativa e impecable de nosotros mismos, haciéndonos un gran daño en nuestra autoestima.

Es cierto que todos tenemos defectos. Muchos los podemos mejorar y cambiar, pero hay otros que forman parte de nosotros. Por ese motivo, debemos aprender a aceptarlos porque son algo nuestros. Los defectos también nos hacen diferentes, Añadir que si no somos capaces de aceptar aquello que nos hace imperfectos, mucho menos aceptaremos nuestras virtudes, y todo lo bueno que hay en nosotros.  La crítica patológica nos empuja a centrarnos únicamente en lo malo, en lo negativo, y eso no nos define, solo es una parte de nosotros. 

Porque nuestros defectos, nuestros errores y nuestras caídas no nos definen. Solo forman parte de nosotros. Lo que nos define es como mejoramos, como cambiamos, y cuantas veces nos podemos en pie. Por ese motivo, es realmente nocivo centrarnos solo en lo negativo. Si solo vemos lo malo que hay en nosotros, comenzaremos a vernos y a percibirnos negativamente, y los demás también nos percibirán de ese modo.

Es importante reconducir esa voz interior tan crítica en una voz amable y empática. Nadie es perfecto, y debemos aceptarlo. Es cierto que podemos cambiar y mejorar, pero no podemos cambiar quienes somos. Así que, debemos aprender a querernos y a aceptarnos tal y como somos. Piénsalo, si te quieres los demás te querrán, si te respetas los demás tendrán que hacerlo, Al final se basa en que debemos tratarnos de un modo más permisivo y compasivo. Todo empieza y acaba en nosotros.

Causas de la crítica patológica

La crítica patológica surge de una autoestima dañada. Las personas con una baja autoestima tienen una percepción de ellos mismos negativa, y eso lo arrastran desde la niñez. Debemos entender que tal y como nos percibimos es fruto de nuestras experiencias y vivencias. Si hemos tenido una infancia llena de cariño y protección por parte de nuestro entorno más cercano, y de las personas más queridas como son nuestros padres, la autoestima será normalmente positiva. Pero si por el contrario, no hemos tenido ni la seguridad ni el cariño que necesitábamos de pequeños de las personas cercanas, y encima hemos sido criticados, comparados con los demás, o ninguneados por ellos, nuestra percepción de nosotros mismos será siempre negativa.

Tener una buena o baja autoestima dependerá de la calidad de nuestras vivencias y experiencias. Somos un cúmulo de todo lo que nos ha ocurrido. Pero lo cierto es que tenemos la capacidad de cambiar, y comenzar a tratarnos bien. La crítica patológica hacia uno mismo acabará por destruirnos, haciéndonos vivir siempre en las sombras. Cuando somos pequeños no tenemos los medios ni las herramientas emocionales, para afrontar las críticas y los malos modos de las personas que más tenían que cuidarnos y querernos, pero en la edad adulta debemos buscar la ayuda que necesitamos para poder aceptarnos y querernos tal y como somos. No podemos vivir con esa carga, ni dejar que ello repercuta en nuestra vida para siempre.

Consecuencias psicológicas

Criticarnos, juzgarnos y centrarnos en todo lo negativo que hay en nosotros tiene su repercusión en el plano psicológico y emocional. Si nos percibimos de una manera negativa, aparte de afectarnos en nuestra autoestima, nos afectará también en el hecho de sentirnos seguros y capaces. Ese hecho tiene su eco en nuestro estado de ánimo. Una persona con una baja autoestima tiene más probabilidades de sufrir un cuado depresivo. La depresión puede aparecer cuando no nos sentimos bien con nosotros mismos. Aceptarse y quererse es fundamental para sentirnos completos y felices.

Estar pendientes de como nos perciben los demás, porque nuestra percepción de nosotros mismos es negativa, y creemos que proyectamos esos defectos, puede hacer que desarrollemos la temida ansiedad. La angustia que nos puede generar el hecho de pensar que los demás nos pueden criticar y juzgar, puede hacer que padezcamos los síntomas propios de la ansiedad. Es una de las consecuencias más comunes de criticarnos de una forma tan implacable y rígida.

Que decir de la repercusión que tiene la baja autoestima, y el hecho de criticarnos a nosotros mismos, en nuestras relaciones, y de la calidad de las mismas. Si no nos aceptamos, ni nos valoramos, siempre iremos con esa inseguridad capaz de generarnos la necesidad de aislarnos, con el objetivo de que nadie nos haga daño. Las personas con una autoestima baja, o no son capaces de relacionarse de un modo constructivo y sano, pudiendo caer en relaciones tóxicas, o bien optan por aislarse, y rechazar toda relación con los demás. La crítica patológica hacia uno mismo puede perjudicarnos a la hora de relacionarnos.

Por último, remarcar la aparición de emociones negativas como la tristeza, la rabia, o incluso el rencor. Tener una voz interior que nos remarca nuestros fallos y errores hace que experimentemos esas emociones que tanto daño nos puede llegar a hacer. Es importante aprender a querernos y a centrarnos en todo lo bueno que hay en nosotros, y aceptar lo que no es tan bueno. Es el único camino para ser siempre quienes somos.

Cómo dejar de criticarnos

Criticarnos a nosotros mismos significa irnos destruyendo poco a poco. Es esencial que aprendamos a aceptarnos y a valorarnos tal y como nos merecemos. Si queremos que los demás nos acepten y nos quieran, primero debemos hacerlo nosotros. Tenemos que querernos y aceptarnos completamente. Las opiniones que hayan tenido todas las personas que has conocido o han formado parte de tu vida no te definen. Te define solo tu propia opinión. Tú eres quien más te conoces, y sabes quien eres. Así que céntrate en todo lo bueno que hay en ti, y compártelo con el resto del mundo.

Al final, si te aceptas y te quieres a ti mismo, los demás también tendrán que hacerlo. Y si te tratas bien, obligarás a los demás a tratarte del mismo modo. Cambia tu discurso interior, y sé amable contigo. No eres una persona perfecta, pero eres una persona única. Quiérete tal y como eres, por todo lo bueno que hay en ti. Silencia todas esas voces que te recuerdan tus defectos. Escucha tu propia voz, y quiérete con todas tus fuerzas.

Si necesitas ayuda búscala. La terapia te va a ayudar a encontrarte de nuevo, y a volver a sentirte bien. Apuesta por ello y apuesta por ti. Sé tu mejor aliado, tu mejor amigo. Respétate, acéptate y quiérete. Sé tu propio cambio. Y de forma rotunda, aléjate de todas esas personas que restan. Rodéate de esas personas que te quieren y te aceptan tal y como eres. Personas que suman y refuerzan tu voz interior. Una voz que debe dejar de criticarte y de recordarte que eres una persona única. Sé tu todo. ¡Adelante!

 

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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