Relación ente depresión e infarto de miocardio

Relación entre depresión e infarto de miocardio

Como veremos en este artículo existe una estrecha relación entre depresión e infarto de miocardio. Vivir en una profunda tristeza y una intensa apatía, puede llevarnos a adoptar ciertos hábitos que pueden perjudicar nuestra salud cardiovascular. Todos sabemos que cuando nuestro estado de ánimo es realmente bajo, dejamos a un lado los cuidados que necesitamos para tener una vida sana y activa. La depresión nos empuja a un oscuro pozo del cual no sabemos salir, y ello nos lleva a tener una existencia sin vida, y ello al final acabará por rompernos el corazón.

La falta de energía, la apatía, y la desidia propia de la depresión, lleva a la persona que la padece a tener un día a día sedentario e inactivo. Cuando una persona no tiene las fuerzas necesarias para levantarse de la cama, tampoco las tiene para cosas tan básicas como la higiene, tener una buena pauta de alimentación, o hacer actividades cotidianas. Además, debemos contemplar la tendencia de las personas con depresión al aislamiento. Dejar de tener contacto con los demás nos relega a una día a día sin salir de cada, ni hacer aquellas cosas que antes nos mantenían activo. Todo ese nuevo modo de vida influido por la depresión nos puede llevar a sufrir problemas cardiovasculares serios.

Cuando la depresión atrapa a una persona, esta no es capaz de mirar más allá de su tristeza. No contemplará la necesidad de tener una buena higiene del sueño, ni seguir una buena alimentación, y mucho menos mantenerse activo. Al tener un estado de ánimo bajo la persona que lo padece solo se centrará en lo mal que se siente, y en su incapacidad para afrontar su día a día. Una persona con depresión solo tiene la necesidad de aislarse, y de estar en su cama. Dormir les libera de ese dolor que sienten, pero ello les llevará a sufrir serios problemas de salud. Por ese motivo hay una gran relación entre depresión e infarto de miocardio.

Una depresión puede ser una de las causas de desarrollar problemas de corazón, o puede agravarlo si la persona ya los padecía. Es muy difícil poder gestionar esa tristeza tan profunda que puede llevarnos a tener una vida desordenada que descuide nuestra salud. Además la depresión puede agravar nuestros niveles de estrés, ya que nos veremos incapaces de afrontar cualquier problema o adversidad por un estado de ánimo bajo. Por tanto, podemos garantizar la relación entre depresión e infarto de miocardio como estamos viendo y veremos en este artículo.

La probabilidad de sufrir un infarto padeciendo depresión

Todas las personas que han padecido algún tipo de trastorno del estado de ánimo saben lo paralizante que es. No tienen ni las energías ni la fuerzas para afrontar ni tan siquiera su día a día. Ello les lleva a tener una vida totalmente inactiva. El ser humano está diseñado para moverse y hacer sus actividades diarias. La depresión nos roba esa capacidad, y esa inactividad nos llevará con el tiempo a sufrir serios problemas de salud, como es el riesgo a sufrir un infarto de miocardio.

Al final todo suma, y sufrir una depresión que te roba las energías, te empuja a aislarte de los demás, y te impide afrontar cualquier problema o adversidad, haciendo que tus niveles de estrés se eleven por las nubes, todo ello hace que tu salud se vea seriamente dañada. Se pueden experimentar pérdidas o aumento de apetito, problemas para tener una buena higiene del sueño, taquicardias, problemas digestivos, etc. La depresión puede tener unos síntomas físicos realmente incapacitantes y dañinos. Esto explica claramente la relación entre depresión e infarto de miocardio.

El sedentarismo, los malos hábitos alimentarios, o las alteraciones del sueño propiciadas por nuestro estado anímico puede hacer que nuestra salud en general, y nuestra salud cardiovascular en particular se vean en serio peligro. La tristeza profunda que trae consigo una depresión nos puede llevar a un oscuro pozo del cual no podemos salir por nosotros mismos, destruyéndonos por completo tanto a nivel físico como a nivel psicológico. La depresión es una enfermedad mental que aparte de convertirnos en la sombra de quienes fuimos alguna vez, es capaz de minar nuestra salud física, hasta hacer que padezcamos alteraciones tan graves como son las de tipo cardiovascular.

La relación entre depresión e infarto de miocardio es muy estrecha. Toda persona que padezca un episodio depresivo grave y permanente, verá como su salud física se irá deteriorando, y ello puede afectar a su sistema cardiovascular. Además, decir que las personas que han padecido problemas de corazón, ven agravado su salud, y aumenta su riesgo a padecer algún accidente o ataque de miocardio. Así que nuestro estado de ánimo puede afectar gravemente nuestra salud física, y acarrearnos serios problemas. La prevención y el tratamiento psicológico se vislumbran como la clave para reducir los riesgos de padecer un infarto cuando sufrimos una depresión.

Hay estudios que certifican que los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, y además sufrían depresión, mejoraban notablemente su salud cardiovascular cuando se trataba psicológicamente su estado de ánimo. Al afrontar la depresión, la persona que la padece vuelve a tener las energías suficientes para alejarse del sedentarismo, y puede tener rutinas más saludables. Son resultados que nos muestran una vez más la necesidad de tratar nuestra depresión si queremos tener una buena salud mental y física. No se puede mirar hacia otro lado, y  si padecemos una bajada de nuestro estado de ánimo, debemos buscar la ayuda psicológica que necesitamos.

Tener depresión después de sufrir un infarto

Las personas que han sufrido serios problemas de salud, como puede ser padecer un infarto de corazón, donde nuestro estado físico se ve seriamente dañado, entonces existe un riesgo muy elevado de sufrir un cuadro depresivo. Cuando uno no se siente bien físicamente, y se ve en cierta medida impedido, el estado de ánimo baja drásticamente, cayendo en una profunda tristeza. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares tienen un gran riesgo de sufrir una depresión.

Una intervención a tiempo de nuestro estado depresivo mejora por completo nuestra salud, reduciendo las probabilidades de sufrir un infarto de corazón. Si teniendo ya esos problemas tan serios de salud le añadimos los síntomas de la depresión, nuestro bienestar y salud física y emocional empeorará. Por ese motivo es necesario que tratemos siempre cualquier alteración o problema de salud que tengamos. La depresión no desaparecerá sola, sino que requiere de una intervención profesional. Una vez que hayamos mejorado nuestro estado de ánimo, notaremos una mejora en nuestra salud.

Tenemos que entender que una persona que ha sufrido un infarto de miocardio, verá como su vida ha cambiado por completo. Enfrentarse a una enfermedad tan grave supone un gran desgaste emocional. Además estos pacientes verán como su calidad de vida se ha visto disminuida, y su día a día se verá alterado, pudiendo incluso verse incapacitado, o no poder hacer aquellas cosas que antes hacia. Ello hará que su estado de ánimo disminuya dando paso a la temida depresión. En ese estado de ánimo bajo cualquier adversidad o problema supondrá un gran trastorno que afrontar, además su estado de salud física y mental afectará a todos los ámbitos de su vida, como es el ámbito laboral, social, etc. Ello le generará una gran afectación en su estado anímico, pero también verá incrementado sus niveles de estrés, ya que es muy difícil de gestionar todo lo que esta clase de pacientes  deben afrontar, y ese nivel alto de estrés prolongado en el tiempo, dará paso a la ansiedad. Toda esta afectación emocional tendrá su repercusión en su estado físico, y más concretamente en su salud cardiovascular. Para tener una buena salud física es necesario tener una buena salud psicológica y emocional.

Qué hacer con relación ente depresión e infarto de miocardio

Para acabar con la relación entre depresión e infarto de miocardio solo basta con tratar ambas enfermedades. Mejorar nuestra salud física, y reducir el hecho de padecer un infarto pasa por mejorar aspectos tales como nuestro estado de ánimo, mantenernos activos, y tener hábitos saludables. Gracias a todas esas pautas podemos prevenir y reducir el riesgo de sufrir dolencias cardiacas. Para la depresión, el tratamiento más efectivo es la terapia psicológica. Gracias a ella podemos tener las herramientas necesarias para mejorar nuestro estado de ánimo. Además podemos seguir los siguientes consejos o recomendaciones:

  • Mantente activo. No te quedes en la cama. Por mucho esfuerzo que te suponga hazlo. Haz aquello que te permita sentirte bien y tener la mente ocupada. Puedes quizás probar con hacer algún deporte, o quizás hacer una actividad artística, o hacer aquel curso que siempre has querido hacer. La actividad te permitirá alejarte de tu depresión.
  • Relaciónate. No te aísles. Vuelve a quedar con esas personas que te quieren y a quien quieres. Siente ese apoyo, y siéntete arropado por ellos. La soledad no es buena en estos casos porque te hace quedarte en casa. 
  • Expresa tus emociones. Es muy importante que le des voz a todo aquello que sientes y experimentas. Darle nombre a tu dolor te permite aceptarlo y afrontarlo de un modo adecuado y efectivo.
  • Ten horarios para todo. Debe establecer un horario diario para todo lo que hagas. Tienes que tener tus horas para descansar, para hacer aquellas actividades cotidianas, para dormir, para disfrutar, etc. Tener unos horarios ordenados te permitirá tener una mente ordenada.
  • Ten buenos hábitos. Come de forma saludable, haz algo de deporte, y descansa. Es importante que tengas buenos hábitos. La salud física también tiene su eco en la emocional y viceversa. Cuídate siempre.
  • No te exijas demasiado. No seas duro contigo mismo. Haz las cosas del modo que puedas y a tu ritmo, sin presiones. Más vale dar pequeños pasos pero hacerlo de una manera firme, que de un modo apresurado que te haga enfermar más.
  • Busca ayuda profesional. La depresión requiere de una intervención psicológica. No mires hacia otro lado y cuídate tomando la decisión de iniciar una terapia. La terapia te ayudará a afrontar aquello que te perturba y te ayudará a mejorar tu estado de ánimo.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Scroll al inicio