Cómo es vivir con ansiedad
La ansiedad es una psicopatología que aparece sin avisar, y una vez que se instala en nuestro interior, es muy difícil sacarla de ahí dentro. Nos paraliza, nos ataca en los momentos menos inoportunos, y nos maneja a su voluntad. Es un trastorno que nos limita, y nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida. Para conocer plenamente a ansiedad, debemos conocer cómo es vivir con ansiedad.
Sufrir los síntomas de la ansiedad siempre es algo terrible. Es una patología tan grave que nos daña a tanto a nivel emocional como físico. La ansiedad puede alterarnos completamente, convirtiéndonos en personas temerosas, dominadas por nuestros miedos, que limitarán toda nuestra vida.
Cuando la ansiedad aparece en nuestras vidas, siempre estaremos en alerta ante posibles peligros. Percibiremos todo como algo hostil y peligroso. Y este hecho trasformará para siempre nuestro modo de pensar, sentir y actuar, así como en nuestras relaciones personales, familiares y sentimentales.
Saber cómo es vivir con ansiedad nos ayudará a conocernos, y a identificar como nos afecta la propia ansiedad, porque a cada uno nos atacará de forma diferente y con diferente intensidad. Esta psicopatología solo se trata mediante la psicoterapia. No existen atajos, ni formular mágicas. La ansiedad se supera mediante tiempo y esfuerzo terapéutico y personal.
Cuando aparece la ansiedad
La ansiedad jamás aparece por si sola. Esta psicopatología es el fruto de soportar un gran nivel de estrés durante un tiempo prolongado. Es decir, siempre existe un acontecimiento negativo que nos estresa tan intensamente que no sabemos gestionar adecuadamente, y ello nos lleva a sufrir los primeros síntomas de ansiedad, hasta sufrir los temidos ataques de pánico.
Un desencadenante es la llave que abre la puerta de la ansiedad. Por ejemplo, una ruptura amorosa, la pérdida de empleo, o estar bajo presión, son causas que pueden llevarnos a soportar un nivel tan alto de estrés como para dar la paso a la ansiedad. Normalmente, se presenta mediante el sufrimiento de algunos síntomas que pasan desapercibidos, como pueden ser los problemas digestivos o la dificultad para conciliar el sueño.
Los primeros síntomas pasan totalmente desapercibidos, pero lo que aparece con toda su fuerza son los ataques de pánico. Estos aparecen en los momentos más inesperados y sin avisar. Cuando el nivel de estrés es muy elevado, todo nuestro cuerpo y nuestra mente se tensa. Es tanta la presión que llegamos a soportar que nos colapsamos por completo, y nos liberamos de toda esa tensión acumulada. Para que lo entendamos, nuestro organismo se tensa para desprenderse del estrés, y volver a empezar.
Para poder entender el porqué de los ataques de ansiedad, podemos visualizar el siguiente ejemplo. Piensa en una olla a presión. Esta es capaz de soportar mucha presión en su interior. Pero cuando esta presión es excesiva, la libera mediante un sistema de expulsión del vapor sobrante. Pues los ataques de ansiedad funcionan de un modo parecido. Nuestro organismo es capaz de soportar cierto grado de presión. Cuando esta presión es muy elevada, nuestro organismo debe expulsarla, y el único método es tensar todo nuestro cuerpo y nuestra mente para luego destensar. Cuando un ataque de pánico aparece, notamos en primer término como nuestro cuerpo se va tensando rápidamente, y sentimos, por ejemplo, la opresión en el pecho o dolor en la mandíbula. Nuestros pensamientos se nublan, y aparecen pensamientos catastróficos como que vamos a morir, pero forma parte de esta tensión generar. Luego poco a poco, y a medida que nos vamos relajando, toda esa tensión va desapareciendo, así como todos los síntomas que hemos sufrido, hasta desaparecer. Todo ese ciclo volverá a aparecer si la ansiedad no se trata de forma adecuada.
Cómo nos afecta la ansiedad
La ansiedad es capaz de paralizarnos por completo. Sus síntomas son tan intensos que son capaces de hacernos daño, tanto a nivel físico como psicológico. Podemos experimentar, por ejemplo, problemas de insomnio, dolores y malestares digestivos, tensión muscular, cefaleas, dificultad para concentrarnos, preocupación extrema, aislamientos, etc. Son síntomas capaces de arrebatarnos todo lo que somos.
¿Cómo es vivir con ansiedad? Vivir con ansiedad es estar permanentemente pendiente de cualquier posible peligro que pueda atentar contra nosotros. El miedo se apodera de nosotros, y consigue esclavizarnos sin más. La ansiedad produce dolor, incomprensión, soledad, y unas heridas tan profundas que son difíciles de sanar.
Este trastorno nos arrebata nuestra seguridad y aprecio por nosotros mismos. Nuestra autoestima se ve seriamente dañada. Dejamos de ser lo que somos, y quedamos sujetos a los dictados de nuestros miedos más profundos. De ese modo, hasta nuestro estado de ánimo se verá afectado, siendo este muy bajo. Nadie puede estar bien estando sujetos a nuestros miedos. La ansiedad es esa compañera silenciosa que se alimenta de nuestros sueños, y acaba por arrebatarnos nuestra esencia. Nos roba todo aquello que hemos sido.
Cómo cambia nuestra mente cuando sufrimos ansiedad
Cuando padecemos ansiedad, nuestra percepción acerca de cómo es el mundo exterior cambia. Nos volvemos temerosos porque percibimos nuestro entorno como algo hostil. Vemos posibles peligros donde no hay. Eso es debido a que la ansiedad altera nuestro sistema de alarma, estando siempre pendientes y alerta antes peligros potenciales. La ansiedad siempre se alimenta del miedo, y crece porque nos dejamos llevar por ello.
Estar siempre en un estado de alerta permanente, hace que nuestro estrés se eleve irremediablemente, y con ello nuestra ansiedad también crece. Es un círculo vicioso del cual es imposible de salir si no es con ayuda profesional. La ansiedad es capaz de cambiar todo lo que somos, y convertirnos en personas subyugadas a nuestros miedos.
La incomprensión de vivir con ansiedad
Es totalmente cierto que la ansiedad nos cambia por completo. En el modo de relacionarnos también. Al volvernos más temerosos, nos vamos aislando poco a poco, y sin darnos cuenta. Es uno de los síntomas propios de la ansiedad. Ese aislamiento nos relega a un pozo oscuro de soledad e incomprensión por parte de los demás.
Solo quien padece ansiedad sabe lo duro que es sufrir esta psicopatología. Lo mismo ocurre con todas las enfermedades. Hasta que uno no las sufre, no sabe lo que es. Pero eso no justifica que nos aislemos y creamos que los demás no nos pueden comprender. El sufrimiento siempre es sufrimiento, y desgraciadamente todos la hemos vivido y padecido en nuestras propias carnes. Si padeces ansiedad, como cualquier otro trastorno, comunícate con las personas más cercanas. Explícales qué sientes, y cómo pueden ayudarte. Al conocer el alcance de tu sufrimiento y cómo pueden ofrecerte su ayuda, las personas que te quieren y siempre están a tu lado, no dudarán en darte todo el apoyo que necesites.
Así que, si padeces ansiedad, no cometas el error de guardártelo todo para ti. Exprésate siempre con las personas que te quieren y que tú quieres. Explícales cómo te daña la ansiedad, cómo te ha cambiado, cómo no te deja respirar, cómo te anula, y cómo te hace sufrir. Explica a tus seres queridos como pueden ayudarte. Hazlos partícipes de tu situación, y sobre todo de tu mejoría. Ya sabes cómo es vivir con ansiedad, ahora debes comprender que no tienes por qué vivir con ello en soledad. Comparte y libérate de ese peso. Haz partícipe de tu sufrimiento a los demás. Compártelo y ganarás en bienestar.
Cómo superar la ansiedad
Hemos aprendido que significa vivir con ansiedad, pero ahora debemos aprender a cómo superarla. Es un trastorno que jamás desaparece por si solo. Si no tratamos nuestra ansiedad adecuadamente, esta puede que permanezca adormecida y silenciosa. Pero solo basta con que se presente un desencadenante, para que la ansiedad aparezca con más fuerza.
El único método efectivo para combatir la ansiedad es la psicoterapia. Los fármacos solo son un parche que esconden los efectos que tiene la ansiedad en nosotros. Jamás nos servirá una pastilla para afrontar nuestros miedos. El miedo se trata mediante terapia. Solo ella te puede proporcionar las estrategias más adecuadas en tu caso, para afrontar y superar la ansiedad que padeces.
Si sufres ansiedad, no intentes mirar hacia otro lado. La ansiedad no desaparecerá por si sola. Necesitas de ayuda profesional, apoyo social y familiar, y tiempo y esfuerzo. No existen atajos. Así que, si padeces ansiedad, quizás sea la hora de plantearte buscar toda la ayuda que necesitas, y combatir este grave trastorno. La vida es demasiado corta para vivir bajo nuestros miedos. Libérate de ellos. Es la hora. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online