Dolor en el pecho y ansiedad

Dolor en el pecho y ansiedad

Cuando estamos expuestos a grandes niveles de estrés, durante un tiempo prolongado, nos vamos sintiendo cada vez más ansiosos, y van apareciendo los primeros síntomas de la ansiedad. Entre estos síntomas, los que más asustan son la sensación de ahogo, y el dolor torácico. Al dolor en el pecho y ansiedad van relacionados, ya que el primero es un síntoma inequívoco de que estamos padeciendo dicha patología.

Es cierto que el dolor en el pecho propiciado por la ansiedad aumenta el pánico que ya siente la persona, que está padeciendo esta psicopatología, porque se puede confundir con sufrir un ataque cardiaco. El dolor es a menudo tan intenso que uno puede llegar a pensar que puede morir en ese mismo instante. Es por ese motivo que debemos aprender a reconocer todos los síntomas de la ansiedad, para de ese modo poder controlarla mejor.

Existen síntomas que pasan más desapercibidos, como es la palidez de la piel, la sudoración extrema, o el hormigueo en las extremidades. Son aquellos síntomas más intensos los que hace que caigamos en el más absoluto pánico. El dolor en el pecho y la ansiedad es una unión que aumenta nuestros miedos, y hace que la sintomatología propia de la ansiedad se prolongue más en el tiempo, y aumente en su intensidad.

El dolor en el pecho y ansiedad elevada siempre van de la mano. Cuando tenemos que eliminar todo el estrés acumulado durante un tiempo determinado, el cuerpo se tensa de tal modo, y poco a poco se va relajando. Es el método que utiliza nuestro organismo para deshacerse de toda esa presión. Por ese motivo se produce una presión tan intensa en nuestro pecho cada vez que padecemos un ataque de pánico.

La ansiedad lleva consigo una serie de síntomas muy paralizantes, y que causan un gran temor. La sensación de falta de oxígeno, y el dolor en el pecho nos lleva a pensar en que nos estamos muriendo, y eso nos causa a su vez más ansiedad. Por ese motivo, es esencial que aprendamos a distinguir el dolor torácico producido por la ansiedad y el producido por otros motivos. Esta distinción la encontraremos en el siguiente punto.

Distinguir la causa del dolor de pecho

Antes de nada, decir que, ante un dolor torácico agudo, debemos acudir rápidamente a un centro médico para averiguar su causa. Es cierto, que cuando ya hemos sufrido algunos ataques de pánico, sabemos cómo es el dolor, y que este remitirá poco a poco. Si ese dolor no baja de intensidad, habrá que acudir a un hospital de inmediato.

Tenemos que saber que cuando el dolor en el pecho es fruto de un problema de tipo cardiaco, suele ir acompañado de otros síntomas y signos, que no son los propios de la ansiedad. Y estos síntomas y signos son:

  • El dolor es punzante. La persona que lo padece, suele describir dicho dolor como si este le atravesara todo el cuerpo, e irradia hacia el brazo izquierdo, y a veces en la nuca o cuello.
  • La persona padece una palidez extrema.
  • Es un dolor que deriva en mareos y pérdida de conciencia.
  • El pulso se debilita y se vuelve irregular.
  • Aparecen vómitos, náuseas y diarreas.
  • El dolor no remite con el paso de los minutos, y su intensidad es siempre la misma o aumenta.

Aunque el dolor en el pecho y ansiedad están unidos, hay que tener este síntoma muy en cuenta. Si es un dolor muy intenso y no pierde su intensidad pasados unos minutos, debemos acudir rápidamente en busca de asistencia médica, para que un profesional médico nos examine, y nos dé un diagnóstico certero de aquello que nos ocurre. Démosle a este tipo de dolor, la seriedad que tanto merece.

Síntoma común de la ansiedad

Piensa en una olla a presión. Si la llenas y la pones al fuego, el agua hervirá, generando gran cantidad de vapor. Todo ese vapor genera una gran presión dentro de dicha olla. Llega un punto en el cual no cabe dentro más cantidad de vapor. Es entonces que todo el vapor sobrante se elimina mediante un sistema ya incorporado en la olla.

La ansiedad funciona de un modo similar. Nosotros en este caso somos la olla, que vamos acumulando estrés durante un tiempo prolongado. Todo ese estrés va generando mucha presión en nuestro interior, y debemos expulsarlo. ¿Y cómo lo hacemos? Nuestro organismo lo hace mediante el temido ataque de pánico. Mediante este sistema todo nuestro cuerpo se tensará, al igual que nuestra mente, para posteriormente ir rebajando la intensidad, y volver a la normalidad.

El dolor en el pecho es uno de los síntomas de un ataque de ansiedad que más daño nos hace, ya que produce un dolor tan intenso que nos costará respirar o pensar con claridad. ¿Pero por qué ese dolor se centra en el pecho? Pues una de las respuestas más acertadas, es porque es una zona muy sensible a las tensiones.

Es inevitable que suframos conjuntamente dolor en el pecho y ansiedad. Todo ese nerviosismo acumulado debe ser expresado de alguna forma, y nuestro organismo y nuestra mente lo hacen mediante los diferentes síntomas. Como por ejemplo: mareos, pensamientos catastrofistas, o temblores, entre otros.

Cuando el estrés soportado es enorme, y nuestros niveles de ansiedad es elevada, esta elige el pecho y el dolor en esa zona, como indicador del padecimiento de un ataque de pánico. Por ese motivo debemos tener siempre en cuenta en ese síntoma, e intentar que el miedo no nos domine.

Cómo reducir el dolor de pecho

Cuando comiences a sentir los primeros síntomas de la ansiedad, como por ejemplo: tensión mandibular, mareos o dolor en el pecho, túmbate o siéntate. Es importante que estés en una posición cómoda. Para reducir el dolor en el pecho, es importante controlar la respiración, y hacerte masajes en la zona torácica. Comienza a respirar lenta y profundamente. De una forma pausa y ordenada. Mientras tanto, con una o ambas manos comienza a masajearte la zona del pecho. Eso reducirá poco a poco el dolor, bajando su intensidad hasta desaparecer.

El dolor en el pecho y ansiedad, se alimentan del miedo, así que comienza buscar la estabilidad que necesitas. Mediante los ejercicios de respiración y los masajes en el pecho, lograrás reducir hasta eliminar ese dolor en el pecho tan característico de la ansiedad, y conseguir la paz mental que necesitas en ese momento.

Qué decir que, para vencer la ansiedad, es imprescindible la ayuda psicológica. Es una psicopatología que jamás desaparecer por si misma. Quizás desaparezca durante un tiempo, pero si no es tratada adecuadamente, siempre resurgirá. Si no quieres padecer la ansiedad y sus síntomas, como el dolor en el pecho, necesitas ponerte en manos de un profesional. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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