Personas altamente sensibles (PAS)
Hay personas que resultan afectadas por diferentes estímulos, en una medida mucho más amplia que el resto de la población, y por ende, su reacción siempre es más intensa y exagerada. Las personas altamente sensibles se caracterizan fundamentalmente, por sentir y experimentar la vida de un modo mucho más intensamente que el resto de las personas.
Esta clase de personas posen la capacidad o facultad interna, de estar siempre alerta ante cualquier estímulo de su alrededor. Cierto es que cuando alguien es profundamente sensible, posiblemente tenga dudas si esa capacidad es propia de un don o de una maldición, ya que el grado de sufrimiento personal es elevado.
Características de las personas altamente sensibles
Esta clase de personas son muy sensibles e introvertidas. Son conscientes que el mundo que les rodea les resulta difícil de comprender, siendo muy complicado de gestionar emocionalmente. Puede que les resulte muy difícil relacionarse con los demás. Quizás las luces muy brillantes o el sonido estridente les resulte muy molesto. O quizás el camino hacia su trabajo les resulte angustioso y deprimente, cuando a los demás esos estímulos les da igual.
Pero lo que más afecta a las personas altamente sensibles, es la forma de ser de las demás personas. Perciben a la mayoría como personas carentes de sensibilidad, totalmente superficiales, y vacíos.
Las personas altamente sensibles, suelen encajar en un determinado perfil. Y este se define por la posesión de una gran intuición, y de una alta empatía. Suelen buscar la soledad. Necesitan aislarse de todo ese ruido, aunque a la vez estén enormemente conectados con los demás. Son personas muy tímidas, que les condicionan en sus relaciones sociales. Les gusta encontrar la belleza y la pureza en todo lo que les rodea, y en todo lo que hacen.
Les cuesta muchísimo gestionar aquellos estímulos más agresivos, como puede ser los ruidos altos, los olores fuertes, o los colores profundos. No soportan el desorden y el caos, ya que ello les provoca ansiedad. Intentan por todos los medios no ser el punto de atención de nadie. No les gusta hablar en público o sentirse observados.
Si existe un rasgo que describe comúnmente a las personas altamente sensibles, es su capacidad para percibir todo aquello que a los demás se les escapa. Son muy capaces de darse cuenta de las emociones de los demás. De qué sienten, y qué están pensando los demás. Son capaces de detectar por ejemplo las mentiras, o los cambios de comportamiento de aquellas personas cercanas.
Esta clase de personas suelen sentirse totalmente incomprendidas y menospreciadas. No en vano, están dentro de una sociedad que valora mayormente la dureza, la individualidad, y la contención de las propias emociones.
Los cinco rasgos principales
Si eres una persona a la cual le afecta excesivamente las opiniones y los juicios de los demás. O quizás te sientes profundamente triste cuando estás junto a una persona con las mismas emociones. O te preocupan las necesidades y los sentimientos de los demás, y los tienes siempre en cuenta. Si te reconoces en alguno de estos rasgos, quizás pertenezcas al colectivo denominado como personas altamente sensibles (PAS).
Si quieres conocer los principales rasgos de este tipo de personas, a continuación, lo describiremos, y estos son:
- Todo le afecta a nivel emociona. Las personas altamente sensibles son muy propensas a sentirse afectadas cuando les surge un imprevisto o una adversidad. Y en vez de buscarles una solución, se recrean en ese pesimismo, cayendo en un cuadro de estrés o depresión, y dejándose embargar por sentimientos muy negativos y dañinos.
- Son personas muy indecisas. Al ser personas con un perfil caracterizado por la negatividad, les cuesta centrarse a la hora de buscar alguna solución a los problemas que se enfrentan. Por ello son totalmente incapaces de elegir ni decidir, y ello les sumerge aún más en su pesimismo enfermizo.
- Trabajan mejor en equipo. Son personas que saben escuchar, y son muy observadores. Por lo tanto, se saben amoldar en el modo de trabajar de los demás. Además, tienen facilidad para comunicar sus opiniones. Aunque a la hora de tomar alguna decisión, prefieren que otra persona de su equipo sea quien tome las riendas.
- Son personas muy educadas y correctas. Al tener siempre en cuenta las emociones y necesidades de los demás, siempre se tendrá un trato conciliador y educado con los demás. Emplean la empatía en todo momento, y son totalmente cordiales con toda persona que está a su alrededor.
- Rechazará todo estímulo violento. No soporta cualquier atisbo de violencia. Por ese motivo jamás estará en ambientes o personas violetas. No soportará ver películas o música que incluyan una temática violencia. Para esta clase de persona, los estímulos violentos, les genera una gran ansiedad.
Los dones de las personas altamente sensibles
Ser una persona altamente sensible no tiene por qué ser una desventaja ni una maldición. Esa gran sensibilidad les otorga una serie de dones que les hace únicos, y diferentes a los demás. Y estos dones son:
- Conocimiento de las emociones. Las personas altamente sensibles, desde su más tierna infancia, saben reconocer todas las emociones, tanto las suyas como las de los demás. Con ellos son capaces de saber qué les ocurre a quienes le rodean, y cómo puede ayudar. La sensibilidad nos hace vulnerables, pero también otorga luz a quien la experimenta, y esa luz bien gestionada puede cambiar su mundo.
- Saben disfrutar de la soledad. Este tipo de personas necesitan de vez en cuando aislarse. De ese modo pueden desintoxicarse de todo el ruido externo. Necesitan escucharse interiormente, y volver a recomponerse. Por ese motivo, buscan y disfrutan de su propia soledad. Es un modo de sanación para las personas altamente sensibles.
- Todo lo viven de un modo más intenso. Para esta clase de personas todo es blanco o negro, no existen las medias tintas. Es cierto que ante lo malo llegan a sufrir demasiado, pero ante todo lo bueno de la vida también lo saben disfrutar intensamente. Todo lo que hacen parte de su corazón, y ello al final les reporta mucha más satisfacción que tristezas.
- Capacidad para el crecimiento personal. Son personas en constante desarrollo personal. De todo aprenden. De todo logran sacar una valiosa lección. Al final acaban por asumir responsabilidades con ellos mismos. Se cuidan, se respetan, y aceptan. Siempre intentarán cuidar de su autoestima y bienestar emocional.
Ser una persona altamente sensible no es una patología
Debemos entender que ser una persona altamente sensible no es una enfermedad ni responde a una psicopatología, sino que es simplemente un modo de ser. No podemos contemplarlo como un don o una maldición. Ser altamente sensible depende de la personalidad de cada uno, y ello se conforma tanto por aspectos puramente genéticos, y experiencias personales. Cada uno es como es, y esta clase de personas son como son.
Es verdad que cuanto más sensible es uno, más sufrimiento padece, ya que es más consciente de todo lo malo que le rodea y de las emociones negativas. Pero también son capaces de ayudar a los demás, y cambiar su mundo. Conoce que es el dolor y que es el sufrimiento, y por tanto sabe cómo afrontarlo. Al final, el secreto para determinar si ser una persona sensible es un don o una maldición, dependerá de cómo la persona gestione su sensibilidad, y el empleo que haga de ella.
Si eres una persona altamente sensible, debes aprender a gestionar tus emociones, y saber que antes de ayudar y ponerte en el lugar de los demás, debes centrarte más en ti y en tus necesidades personales. Debes evitar toda situación que te sea estresante, de ese modo podrás mantener a raya tu ansiedad. Cuídate, respétate y quiérete. Sé cómo eres. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
Gracias por compartir la información . Después de mucho tiempo con depresión fui diagnosticada como PAS. Esto me ha ayudado a entender muchas cosas y trabajar en mi persona
Estimada Yasvi, me alegra que mi artículo te haya servido de ayuda. Te mando muchos ánimos. Un saludo 🙂