Angustia Emocional

La angustia como trampa emocional

La angustia es un estado emocional que nos puede llegar a paralizar. La angustia emocional se entremezcla con la ansiedad, el miedo irreal, la sensación de peligro, y la tristeza más profunda.

Este estado psicológico es extremadamente común hoy en día, y aunque a menudo se asocia a los trastornos de pánico por tener una sintomatología común, aunque tiene otros factores detonantes que debemos conocer.

Todos nos hemos sentido angustiados. Es una sensación de opresión y de incapacidad para ir en una dirección u otra, que nos impide centrarnos en lo positivo. Es un estado muy familiar que responde al hecho de no alcanzar nuestras expectativas, o las expectativas sociales sobre nosotros.

La angustia emocional nace del hecho de ser conscientes de que todo lo que nos sucede parte en buena medida de nuestras elecciones. Al final somos responsables de nuestro bienestar y felicidad, y esos nos aterra, nos da vértigo, y nos paraliza.

Características de la angustia emocional

La angustia emocional y la ansiedad comparten en gran medida su sintomatología. Es más, comparten el miedo como punto de partida. Pero la angustia emocional tiene unas características propias como ahora veremos:

  • La angustia se puede definir como el miedo a algo que no podemos detectar.
  • Nos hace intentar anticiparnos a acontecimiento futuros que quizás jamás sucederán.
  • Prohíbe que nos centremos en el presente, y que estemos pendientes de un futuro incierto que nos puede llegar a asustar.
  • Aparecen síntomas físicos como: sensación de asfixia, dolor en el pecho, palpitaciones, sudoración, trastornos de sueño, etc.

Como podemos comprobar, es terriblemente difícil poder diferenciar la angustia emocional de la ansiedad. De hecho, el propio trastorno de pánico presenta como síntoma principal, la angustia. Por ese motivo a veces van unidos, y la propia mente angustiada puede actuar como un verdadero detonante de un ataque de pánico. Son realidades clínicas realmente complejas, que actúan diferentemente según el caso.

Síntomas físicos de la angustia emocional

Además de las sensaciones psicológicas y emocionales desagradables, la angustia se acompaña de elementos somáticos como, por ejemplo:

  • Palpitaciones.
  • Alteración respiratoria.
  • Tensión muscular.
  • Temblores.
  • Sequedad de boca
  • Alteración en la sensación de frío y calor.
  • Alteraciones del sueño y apetito.

¿Por qué sufrimos angustia emocional?

La corriente más filosófica nos dicta que la angustia siempre está presente cuando somos plenamente conscientes de nuestra existencia. De cuando somos conscientes de que el tiempo pasa, que nuestras decisiones marcan nuestro camino, y que no somos eternos. Es entonces cuando el futuro se presenta como algo hostil y potencialmente peligroso.

Nuestro modo de vida, y la sociedad actual, se caracterizan porque no se sabe que pasará mañana. Padecemos incertidumbre crónica en el trabajo, en la economía, en las relaciones, etc. Todo ello se traduce en un aumento de nuestra angustia emocional, llegándonos a quedar atrapados en un miedo paralizante que nos ahoga poco a poco.

Experimentar angustia es muy normal. Todos la hemos sufrido en algún momento de nuestra vida. Lo realmente preocupante es cuando no somos capaces de lograr superar esos miedos, y quedamos atrapados en este terrible sufrimiento. Es entonces cuando se requerirá de ayuda psicológica. Esta angustia emocional patológica se caracteriza por:

  • Incapacidad de gestionar adecuadamente las crisis personales. Son estados patológicos que se cronifican en el tiempo, y llega a enlazarse con otros trastornos como la ansiedad o la depresión.
  • Bloqueo ante situaciones adversas, como la pérdida de empleo, una separación sentimental, o un gran cambio vital.
  • Problemas en nuestras relaciones personales. Aparecen desavenencias con los demás, decepciones, desengaños, etc.

Diferencias entre angustia y ansiedad

AnsiedadAngustia
Estado en alerta constante, y en preparación mental para afrontar el posible peligro.Estado de miedo hacia algo que es irreal e inexplicable. No existe un evento adverso previo.
Se puede identificar el objeto del miedo que se padece.No se puede identificar el origen del miedo.

La angustia emocional nos daña silenciosamente

Podríamos definir la angustia emocional como una trampa mental que nos atrapa. Logra llenarnos nuestro interior de miedos, ansiedad, incertidumbre y tristeza. Se trata de un remolino de emociones negativas que no solamente afecta a nuestra mente, sino que también puede producir una serie de síntomas físicos que pueden llegar a ser paralizantes.

Nuestro nivel de angustia siempre está suscitado por nuestro modo de vida. A más exigencia, más tenemos que rendir, y ello a la larga nos puede llegar a crear una gran angustia que no nos dejará avanzar. Nos sentimos angustiados cuando no somos capaces de cumplir las expectativas sociales, y sobre todo nuestras propias expectativas.

Además de la presión impuesta por nuestro entorno para que destaquemos y cumplamos las expectativas, se nos inculca el deber de realizar varias cosas a la vez, y todas de forma correcta. Todo esto nos llega a atrapar en una angustia emocional que nos oprime y nos produce un profundo sufrimiento.

Sentir angustia emocional

Cuando hablamos de angustia emocional siempre nos ronda las mismas dudas. ¿Podemos definir la angustia emocional como ansiedad? Siempre se ha dejado el término angustia para el plano filosófico, pero actualmente se ha demostrado que es un término que puede ser extrapolado al plano de la psicología clínica. Comprendamos que la angustia emocional no deja de ser un miedo irracional a no saber cómo afrontar nuestra vida, nuestro futuro, y el hecho de tener que tomar decisiones vitales.

A continuación, describirnos los sentimientos que nos produce la angustia emocional:

  • La angustia emocional nos paraliza y no nos permite avanzar. No existe nada que active ese estado, simplemente nos embarga una incertidumbre y un miedo que nos detiene y nos aprisiona.
  • Nos abordan pensamientos catastrofistas, y nace en nosotros la desesperación. Son pensamientos de carácter obsesivos que logran bloquearnos emocionalmente.
  • Nuestra capacidad de tomar decisiones se anula. Con la angustia alojada en nuestro interior, se nos hace muy difícil poder centrarnos en nuestras elecciones, y en la capacidad de pensar claramente.
  • Con la angustia emocional se presentan diversos síntomas físicos, como el cansancio extremo, presión en el pecho, tensión muscular, etc.

¿Cómo la angustia puede cambiar nuestra vida?

Algún momento de nuestras vidas nos hemos visto envueltos por la angustia. Es una sensación de gran desasosiego que se instala en nuestro interior, y que nos impide seguir normalmente con nuestras vidas

La angustia emocional es un estado que, si se prolonga mucho en el tiempo, puede provocarnos ciertos trastornos psicológicos y físicos difíciles luego de tratar. Nos puede generar ansiedad y depresión, además de una terrible sensación de desaliento y tristeza.

Si queremos que esa angustia emocional desaparezca cuando se ha vuelto patológica, debemos ponernos en manos de un profesional, que nos ayude y nos guíe a la hora de aprender a gestionar esta terrible emoción.

La angustia emocional nos hace pesimistas

Quizás seas la persona más optimista del mundo, pero cuando la angustia se apodera de ti, dejas de verlo todo de un modo positivo. De repente ves tu futuro oscuro, sin esperanzas, y te sumerges en un estado de miedo e ira que te resultará difícil escapar.

Para afrontar la angustia, debes elegir ser positivo. Eso requiere una gran voluntad y esfuerzo. Cuando esa oscuridad nos envuelve, debemos hacerle frente, y la única forma de hacerlo es centrarnos en lo positivo de nuestra vida, y de todo lo bueno que hay en nosotros.

La angustia nos transforma

Cuando padecemos angustia cambiamos nuestra forma de pensar y de percibir el mundo que nos rodea. De pronto dejamos de ser tal y como éramos. Perdemos parte de nuestra esencia, de nuestra vida. Dejamos de pensar con claridad, dejamos de hablar coherentemente, y dejamos de escuchar a los demás. Nos sumergimos en nuestra propia tristeza.

En esos momentos tan oscuros, nuestro mundo se nos echa encima. Dejamos de valorarnos tal y como somos, y el pesimismo se apodera de nosotros. La angustia emocional nos roba todo lo bueno que hay en nuestro interior y nos lo cambia por desesperación.

La angustia nos merma físicamente, y destruye el futuro

Como ya hemos indicado antes, la angustia emocional no solamente nos afecta mentalmente, sino que puede manifestarse en nuestro cuerpo de formas diferente. Puede ser que padezcamos dolores de cabeza o de espaldas, temblores, o insomnio. Son mensajes de nuestro cuerpo que nos indican que nuestra salud mental está dañada.

La angustia emocional nos limita en nuestro modo de pensar y actuar. Ello hace que nuestro futuro sea aún más incierto, ya que requiere nuestras decisiones. Si no somos capaces de actuar adecuadamente, nos quedaremos estáticos, sin saber qué hacer.

Además, al sentir angustia, no tendremos ganas de relacionarnos con los demás. No nos sentiremos bien, y eso hace que cada vez nos aislemos más. E irá afectándonos a todos los ámbitos de nuestra vida, como en el laboral o el familiar.

Así que, no ignores la angustia. Si la padeces pon remedio. Empieza cambiando los pensamientos por unos más positivos y esperanzadores. Si no ves cambios, y cada vez te ves más sumergido en su oscuridad, entonces pide ayuda profesional.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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