La relación entre abuso emocional y ansiedad
Cualquier persona que haya sido víctima de un abuso emocional, acabará por desarrollar ansiedad. Es un hecho tan traumático que es capaz de empujarnos a lo más oscuro del abismo. Quien padece un ataque tan grave acaba por sucumbir al terror y al miedo, y ello es una de las claves de la relación entre abuso emocional y ansiedad.
Todo trauma deja unas heridas muy profundas en nuestra alma. Son tan dolorosas, que cuando queremos tratarlas, nos damos cuenta de que necesitaremos mucho tiempo, y un gran esfuerzo personal para poder sanarlas. Son heridas que nos cambian, y nos transforman. Nos convierten en personas temerosas e inseguras. El abuso emocional es una violencia que atenta contra nuestra alma.
Cuando una persona ha sufrido abusos dentro de una relación, el estrés que sufre es tan elevado que inevitablemente aparecerá los primeros síntomas de la ansiedad. La víctima siempre estará en alerta, intentan controlar su entorno, y procurando prever que algo así nunca suceda. Pero esta siempre en alerta nos hace enfermar. Nos destruye, y es por ello que debemos conocer la relación entre abuso emocional y ansiedad, ya que, de ese modo, podemos abordar la problemática de un modo global y efectivo.
Las heridas del alma son las más dolorosas y difíciles de tratar. Las físicas son visibles, y sanan con mucha facilidad, pero aquellas que pertenecen a nuestra alma, jamás desaparecen del todo, y para poder sanarlas, necesitaremos de toda la ayuda que podamos reunir. El abuso emocional es capaz de destruir a quien la padece. La violencia siempre es violencia, sea esta física o emocional.
El abuso emocional
El abuso emocional es un tipo de violencia que utiliza el chantaje, la manipulación y el acoso para someter y herir a sus víctimas. Existen personas que necesitan dominar a otras personas para conseguir aquello que quieren o necesitan. Es una violencia que busca que la otra persona actúe y se comporte como el agresor quiere.
Las víctimas suelen ser personas con alguna carencia personal o afectiva, que les hace vulnerables ante una manipulación elaborada. No quiere decir, que el resto de personas no puedan ser posibles víctimas, pero la manipulación o el chantaje deberá ser mejor y más sutil para conseguirlo. Nadie estamos exentos a la hora de caer en la trampa de un manipulador o manipuladora emocional.
Mediante estrategias tales como la manipulación, el acoso, o el chantaje emocional, el agresor busca destruir la personalidad de sus víctimas, y poder manejarla a su antojo. Son personas que perciben a las demás como simples objetos, necesarios para conseguir todo aquello que anhelan o necesitan. Por ello, son incapaces de ponerse en la piel de los demás, más que nada porque no les importa lo más mínimo las necesidades y sentimientos de las personas que le rodean. Sólo les importan ellos mismos.
La relación entre abuso emocional y ansiedad es inevitable. Una persona que está sufriendo un abuso emocional continuo, generará gran nivel de estrés, durante un tiempo prolongado. Ello inevitablemente nos llevará a sufrir los primeros síntomas de la ansiedad, y por ende, el primer ataque de pánico.
Por último, me gustaría hacer un listado de los comportamientos más comunes dentro del abuso emocional. Y entre ellos podemos encontrar:
- Ningunear a la víctima.
- Controlar a todas horas a su víctima, incluso mostrándose celoso y posesivo.
- Amenazas y lenguaje intimidatorio.
- Intentos de dar pena.
- Acoso constante.
- Aislar a la víctima a toda costa.
- Controlar las amistades o relaciones de la víctima.
- Humillaciones y vejaciones.
- Puede utilizar el silencio como castigo.
- Victimismo como método de manipulación.
Estos quizás sean los comportamientos más comunes de los abusadores emocionales, pero no son los únicos. Ellos utilizarán cualquier estrategia que les sirva para destruir la voluntad de su víctima, y conseguir de ese modo, todo aquello que desean. Pero lo cierto es que el daño que hacen es tan profundo y grave, que la víctima tendrá que hacer une fuerzo hercúleo durante mucho tiempo para sanar sus heridas.
Consecuencias del abuso emocional
El abuso emocional es un tipo de violencia que atenta contra nuestra alma. Es tan sutil, que las víctimas tardan mucho en darse cuenta de todo lo que ha pasado, y las heridas tan profundas que esa relación le ha ocasionado. Es abuso emocional es capaz de destruir todo lo que somos, para convertirnos en aquello que quiere el abusador, y eso siempre es catastrófico para la salud mental y emocional de las víctimas.
Quien ha sufrido un abuso emocional, siente que algo dentro suyo ha cambiado. No llega a encontrarse, y no se reconoce. La autoestima de las víctimas es tan baja, que no se sienten capaces de gestionar todo lo que han sufrido, dejándose de valorar y quererse tal y como son. Es uno de los efectos más comunes en las víctimas de abusos emocionales.
El estado de ánimo de una víctima de abuso emocional, también se ve seriamente dañado. La tristeza y desesperanza aparece siempre en la vida de estas personas. Todo ello es producido por el trauma vivido. Un hecho traumático que les ha robado la ilusión y la alegría. El abuso emocional consigue que no sintamos vacíos.
Y por último, está la relación entre abuso emocional y ansiedad. Cuando una persona está sometida de forma sistemática y constante, se produce un gran nivel de estrés. Es estresante estar a “la altura” que requiere la persona que ejerce el abuso. También quien ha estado inmerso en el dolor, estará siempre expectante para buscar cualquier señal que le indique que está siendo manipulada o vejada. Todo ese estrés va creciendo hasta surgir los síntomas de la ansiedad, y caer en esta psicopatología.
Cómo tratar la ansiedad de un abuso emocional
Cómo en cualquier otra causa, la ansiedad siempre debe ser tratada psicológicamente mediante terapia. La Terapia siempre nos proporcionará las herramientas y estrategias más efectivas para poder abordar la ansiedad. Decir que, la ansiedad no nos ataca de igual modo a todas las personas, por ese motivo, se debe estudiar cada caso, y dar las herramientas personalizadas para cada persona.
El abuso emocional, como cualquier tipo de violencia, deja unas heridas muy profundas en las víctimas. Son tan graves dichas heridas, que una vez que piden ayuda, requerirá de mucho tiempo y esfuerzo para sanar las heridas, además de un apoyo social y familiar total. Al sanar esas heridas producidas por el abuso, también trataremos la propia ansiedad.
Dejando a un lado la relación entre abuso emocional y ansiedad, las víctimas de un abuso emocional tienen que recomponer también su autoestima y ganar en seguridad. No podrá ser nunca como fue, pero sí puede convertirse en una versión mejorada de sí mismo, ya que la víctima habrá ganado en experiencia y sabiduría. Para ello es necesario la ayuda psicológica. Es esencial. Y por último, las víctimas de un abuso emocional tendrán que volver a levantar el ánimo. Todo ello forma parte de su recuperación y sanación. Se pueden sanar las heridas de un abuso emocional. Siempre existe una salida. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
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