Relación entre familia y depresión
La depresión es un trastorno mental que nos llega a destruir por completo, y hacer que nos convirtamos en la sombra de la persona que fuimos. Sus síntomas son tan intensos que nos sumerge en un profundo y oscuro pozo de angustia, tristeza y desesperación. Es una enfermedad que requiere de toda nuestra fuerza, de ayuda psicológica y del apoyo de nuestros seres queridos. Así que, la relación entre familia y depresión es fundamental para poder superar este trastorno tan grave y común.
A veces la familia puede ser la causa de la depresión. Las malas relaciones, las conductas tóxicas, o el no apoyo familiar pueden hacer que aparezca la temida depresión. No olvidemos que la familia siempre es importante para todos, y buscamos en ella la protección y la seguridad que necesitamos. Cuando la familia falla a veces todo falla, incluso nuestra salud mental se ve involucrada. Las personas que más queremos son las que más daño nos pueden llegar a hacer, y eso no podemos obviarlo.
La familia puede ser en definitiva, nuestra tabla de salvación o la piedra que nos hunde. Todo dependerá del buen funcionamiento de la misma, y del carácter de sus integrantes. Hay familias que se ayudan los unos a los otros, y hay otras que la indiferencia y el individualismo es la tónica reinante. Por ese motivo es realmente importante evaluar la relación entre familia y depresión a la hora de realizar una intervención psicológica adecuada.
La verdad es que no prestamos la atención que merece a la relación entre familia y depresión. Y siempre hay un lazo estrecho entre ambos. En el siguiente artículo descubriremos la importancia de la familia a la hora de desarrollar o combatir la depresión. Porque al final esa relación es realmente determinante.
Cuando la familia es la causa de la depresión
Hay familias emocionalmente muy dañinas, donde se dan relaciones tóxicas, y pueden causar la depresión en los miembros más sensibles o vulnerables. Son familias desestructuradas donde se dan comportamientos agresivos y tóxicos. Esa falta de atenciones y de cariño dentro del núcleo familiar, hace que las personas que son víctimas de las conductas de sus seres más queridos, puedan desarrollar un cuadro depresivo.
Las familias donde hay miembros que se aprovechan de otros, o simplemente existe la indiferencia total, es caldo de cultivo para el desarrollo de ciertos trastornos como es la depresión. No sentirse arropado ni querido por las personas que más no deben querer es una causa de desarrollar una depresión. Hay familias que generan unas heridas muy profundas en el alma, y acaban por destruirse como familia, y destruir emocionalmente a si mismos.
Cuando la familia no apoya
Es muy habitual escuchar eso de “tengo depresión y mi familia no me apoya”. Cuando esto ocurre es en la mayoría de las veces por una falta de conocimiento, y de sensibilización acerca de esta enfermedad. Los familiares de una persona con depresión a menudo se encuentran sin herramientas emocionales para afrontar ese hecho, y saber así como poder ayudar a esa persona. A veces ocurre que se entremezcla la falta de información con las falsas creencias acerca de la depresión, como por ejemplo, que es una enfermedad que la padece las personas débiles, o que no hace sus tareas diarias porque es una persona vaga. Al final la ignorancia puede ser un gran obstáculo para prestar ayuda a un familiar que padece esta psicopatología.
La persona que sufre la indiferencia o no verse apoyado por sus familiares directos, verá agravado su estado de ánimo, porque si ya es duro enfrentarse a la depresión, mucho más si no se encuentra la ayuda que se necesita. Es importante por ello, fomentar la ayuda intrafamiliar, ya que la relación entre familia y depresión debe basarse en el apoyo y en el cariño.
Cómo afecta la depresión en la familia
La depresión es una psicopatología realmente demoledora. La persona que la padece se ve sumergida de repente en una tristeza intensa y una profunda apatía. De un momento a otro, ha visto como toda su energía ha desaparecido, y todo lo percibe de un modo negativo y oscuro. Cuando una persona está afectada pro depresión, su familia sufrirá la onda expansiva que genera este trastorno.
Ver como un familiar está sumergido en una tristeza permanente, y que no es capaz de tener una vida normal y satisfactoria, es realmente doloroso. La depresión requiere que la persona que la padece encuentre el apoyo de sus seres queridos, y juntos puedan hacer cara a esta enfermedad. Al final, todos los miembros de la familia deben verse involucrados en la lucha contra la depresión. Es el único modo de hacer frente a esta psicopatología de un modo efectivo y constructivo.
Cómo ayudar a un familiar con depresión
Cuando un familiar padece depresión, debemos darle todo nuestro apoyo porque lo necesitará. Para ello deberemos:
- Respeta sus tiempos. Por culpa de la depresión, no tendrá las fuerzas y las energías para afrontar su vida cotidiana. Quédate a tu lado, y deja que afronte su día como pueda, sin exigencias ni presiones.
- Deja que se exprese. Es importante que la persona con depresión puede expresar lo que siente en cada momento. Sólo debes escucharle, dejar que desahogue cuando lo necesite. No hace falta que intentes comprenderle, simplemente quédate junto a ella.
- Anímale a activarse. Puedes animarle a que haga alguna actividad que le guste y le permita sentirse activa, como puede ser pintar, tocar algún instrumento musical, o simplemente caminar.
- Ayúdale a mantener unos horarios. Una persona con depresión suele tender a una vida desorganizada debido a la apatía generada por esta enfermedad. Puedes ayudarle a tener unos horarios establecidos. Un horario para comer, otro para dormir, etc. Una vida organizada permite tener una mente organizada.
- No le exijas ni le presiones. Cada persona tiene su ritmo, y las personas con depresión suelen presentar un ritmo vital más lento. Deja que haga sus cosas a su ritmo sin presiones ni exigencias que no sirven para nada.
- Acompáñale. Cuando necesite ir por ejemplo al psicólogo o hacer alguna gestión, puedes ofrecerte a acompañarle. Si necesita tu compañía que la tenga. Es importante para ellos sentirse arropados en esos momentos.
- Anímale que se relacione. Es esencial que la persona con depresión pueda salir de casa y verse con otras personas. Incluso estaría genial que pudiera conocer a nuevas personas que puedan aportarle otras perspectivas. No dejes que se aísle.
- Ayúdale a buscar ayuda profesional. Si no tiene ayuda psicológica, anímale a que la busque. La depresión se trata mediante terapia, y o existen atajos. Así que, es importante que tenga todo el apoyo posible para realizar todo el tratamiento.
Qué no decir a alguien con depresión
A menudo fruto de la falta de información o simplemente por ignorancia, creemos que diciendo tal o cual frase ayudamos a la persona que tenemos enfrente, cuando en realidad ocurre todo lo contrario. Debemos ser muy cuidadosos con aquello que decimos, porque nuestras palabras pueden herir profundamente a otra persona, más aún cuando esa persona sufre de depresión.
Así que, hay algunas frases que no debemos decir a alguien con depresión, y algunas cosas que no podemos decir, por ejemplo, son:
- Debes salir y distraerte un poco.
- No puedes estar todo el día acostado.
- Debes espabilar y buscarte algo que hacer.
- No puedes ser tan débil.
- Tú no haces nada porque eres un vago.
- Tienes que poner de tu parte.
- Tampoco es para que estés así.
- Tú lo que necesitas es salir.
- Si quieres un cambio cambia.
- Todo el día durmiendo, qué vida te espera.
- Etc.
Como podemos comprobar, las palabras pueden hacer que la persona se hunda mucho más en su tristeza y su apatía. Por ese motivo, debemos tener mucho cuidado con aquello que decimos. Quizás para nosotros no sea más que una frase más, pero para una persona con depresión suele ser una gran losa difícil de gestionar.
Depresión por enfermedad de un familiar
Por último, podemos encontrar el hecho de padecer depresión por la enfermedad de un familiar. Es decir, nuestro estado de ánimo se verá afectado si alguien tan querido para nosotros que alguien de nuestra familia sufra una grave enfermedad. Ver sufrir a otra persona puede crear en nosotros un profundo sentimiento de tristeza y desolación.
Ver como un familiar está padeciendo una enfermedad nos afecta emocionalmente, y puede hacerlo tanto como para poder desarrollar un cuadro depresivo. Padecer este tipo de trastornos en estos casos, nos ayuda a comprender que la relación entre familia y depresión es muy estrecha. Alguien que padece depresión por causa de que un familiar este enfermo, también debe ser tratado psicológicamente, y apoyado por sus seres queridos. Así que, si padeces depresión, afrontarla directamente y pide toda la ayuda que sea posible. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online