Cómo son las personas autodestructivas
Las personas autodestructivas se caracterizan principalmente por provocarse daño emocional y/o físico a si mismas. Son comportamientos autoagresivos y altamente dañinos, que suelen generarse en edades adultas. La persona que lleva a cabo estas conductas evita experimentar cualquier vivencia o sensación placentera, provocándose un estado de sufrimiento permanente, y evitando toda ayuda de los demás.
Para que se pueda diagnosticar este tipo de personalidad se debe cumplir, como mínimo, cinco de los siguientes rasgos:
- Siempre buscará situaciones y personas que den lugar a la decepción, al fracaso, o al maltrato.
- Rechazo de toda ayuda de los demás.
- Sentimientos de culpa y depresión si aparecen acontecimientos personales positivos.
- Incitación a los demás para que le ataquen y posteriormente sentirse herido o humillado.
- Rechazo de oportunidades placenteras o de disfrute personal.
- Boicot de capacidades, fallando a aposta en tareas cruciales.
- Rechazo a que los demás se preocupen por él.
- Realización de altos sacrificios a favor de los demás.
- Aceptación del maltrato psicológico, físico o sexual hacia su persona.
- Comportamientos que trascurren cuando la persona sufre depresión.
Ningún animal de la tierra atenta contra si mismo. Es una línea roja que ningún ser vivo es capaz de atravesar. Solo el ser humano, con todo su raciocinio y capacidades, es capaz de ser su propio verdugo, atentando contra todo lo que es.
Las conductas no constructivas
Todas las conductas autodestructiva se consideran la expresión máxima del odio hacia uno mismo. Este fenómeno es debido a la bajísima autoestima de la persona que las desarrolla. Podrían ser conductas dirigidas a mantener una cierta zona de confort. Al vivir en una eterna agonía, pueden evitar experimentar vivencias y relaciones nuevas. Es un modo de estar siempre estancados en un permanente estado de tristeza y fustigamiento personal.
Síntomas de las personas autodestructivas
La conducta autodestructiva puede darse en diversas formas, algunas de ellas son de modo extremo, y en otras no. Los síntomas de la conducta autodestructiva incluyen los siguientes puntos:
- Pensamientos autodestructivos. Son pensamientos destinados a que la persona fracase, dando lugar a profecías autocumplidas. Por ejemplo, entre estos pensamientos podemos encontrar afirmaciones tales como: “voy a fracasar”, “nunca voy a ser feliz”, “haga lo que haga, siempre lo hago mal”, etc. Son pensamientos destructivos que solo sirven para autoboicotear a las personas que los padecen.
- No hacer nada. Las personas autodestructivas jamás hacen nada para salir del “pozo negro” donde habitan. Son posturas pasivas propias de personas con una autoestima muy baja. Aunque tengan la solución en su mano, jamás querrán tomar medidas a su situación, estableciendo su eterno fracaso como modo de vida.
- Trastornos con la alimentación. O se atiborran de comida o se privan de ella. La comida es un buen método de boicot. Cuando alguien quiere hacerse daño, no hay más que ingerir o mucha comida o no comer. Es un acto de este tipo de personalidades para mermar su bienestar físico y psicológico.
- Mostrar pocas capacidades. Las personas autodestructivas tienden a mostrarse a los demás como poco inteligentes e incapaces de realizar ciertas cosas. Esto se debe a una falta de confianza que activa un mecanismo autodestructivo. En su mente es mejor parecer una persona fracasa que destacar.
- Hacer daño a los demás. Si haces daño a los demás, los demás al final te acabarán haciendo daño. Este hecho es el motivo por el cual las personas autodestructivas intentan dañar a quienes le rodean. Quieren padecer el rechazo, el menosprecio y aislamiento que les dará este tipo de conductas.
- Provocarse lesiones. Dañarse físicamente a uno mismo es pasar una línea roja que ningún otro ser vivo a parte del hombre es capaz de hacer. Es un signo de odio hacia uno mismo.
- Compasión hacia uno mismo. La autocompasión siempre es destructiva, porque nos empuja a permanecer inactivos en nuestro estado de tristeza.
- Abuso de sustancias como drogas o alcohol. Ingerir todo lo que sea dañino es propio de este tipo de personalidades. Estos comportamientos llevan a la persona a una vida mísera, arrastrando a sus seres más queridos con ellos.
- Aislamiento social. La soledad les permite a las personas autodestructivas regodearse en su dolor y en su miseria. El no tener a nadie al lado les permite justificar su comportamiento dañino.
- Contención de emociones. Al no querer expresar aquello que sienten, se crean multitud de trastornos mentales y emocionales. Es comportamiento que se manifiesta inconscientemente, y es altamente destructivo.
- Rechazar ayuda. Sin ayuda puede estar siempre en ese estado destructivo y nocivo. Jamás harán nada que les permitan salir de ese agujero que ellos mismos han excavado. Por ese motivo no quieren ninguna ayuda.
- Creer que se sacrifican. El autosacrificio es una manera de sentirse bien con sus decisiones, ya que renunciar a sus sueños y esperanzas, por sacrificarse por los demás. Es un pensamiento que busca la nobleza a decisiones y comportamientos que no lo son.
- Derroche monetario. Las personas autodestructivas suelen establecer conductas descontroladas y peligrosas, como son el juego. También suelen excederse en sus compras.
- Conductas físicas de riesgo. Por ejemplo, negarse a dormir las horas necesarias, comer poco saludable, o no hacer ejercicio, son algunas de las conductas físicas de riesgo que realizan las personas autodestructivas.
- Dejar a un lado la salud mental. Este tipo de personas rechazarán toda la ayuda que les alivie y les mejore mentalmente. Ello solo hace que sus síntomas negativos se intensifiquen.
- Destrucción de relaciones. Este tipo de personalidad no se siente suficientemente dignos para experimentar amor. Por ello, si tiene una relación sentimental, hará florecer los celos, la posesión, la manipulación, la violencia, etc. Todos son comportamientos destinados a sabotear y destruir la relación desde dentro.
Las personalidades autodestructivas son capaces tanto de un modo consciente como inconsciente, de sabotear o boicotear su propia salud, felicidad, y esperanzas. Todo porque se creen indignos de tener y ser algo bueno. Para frenar este tipo de personalidad se debe tratar de un modo inmediato la autoestima. Como hemos visto en este artículo, una autoestima baja es capaz de destruirnos, e impedir ser lo que realmente somos: personas que buscan su propia felicidad.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online