Herida emocional, cómo sanarla

Herida emocional

Todas las vivencias y experiencias negativas que sufrimos a lo largo de nuestra existencia, han quedado dentro de nosotros como herida emocional. Dichas heridas siempre salen a flote cuando revivimos experiencias dolorosas similares a las ya vividas. Por ese motivo deben ser tratadas adecuadamente, si no siempre experimentaremos ese mismo dolor, y no sabremos cómo gestionar las experiencias traumáticas futuras.

Todos nos hemos sentido la humillación, la traición, el abandono o la injusticia, entre otras experiencias traumáticas.  Esas heridas siempre dolerán en nuestro interior, al menos hasta que no las afrontemos, y logremos sanarlas.

5 etapas para sanar una herida emocional

Os mostramos a continuación cinco etapas necesarias para poder cerrar cualquier herida emocional.

1-. Aceptación.

Todos tenemos heridas emocionales que jamás han cerrado. Es importante no mirar hacia otro lado y aceptarlas. Nos duelen porque son reales. Por ese motivo debemos ser conscientes de su presencia, así de la necesidad de tratamiento.

2-. Mira por ti.

Tus heridas son tuyas, y por ese motivo las soluciones deben partir de tu voluntad de sanar todo el daño que habita en tu interior. Deja atrás las opiniones y las exigencias de los demás. Empieza a tener en cuenta tus necesidades porque nadie lo hará por ti.

Debes tener la firme voluntad de sanar y cicatrizar tus heridas. Nadie puede vivir plenamente con heridas sin curar. En tu mano está el querer superar todo el dolor sufrido, y cicatrizar cada una de las heridas emocionales que se han implantado en tu interior.

3-. Perdónate.

Las heridas emocionales no surgen solas. Son causadas por el comportamiento negativo de alguien hacia nosotros. No somos los responsables de ello. La conducta de los demás no las podemos controlar. Cada uno es dueño de sus actos. Lo que si podemos controlar es que hacemos nosotros ante ese daño. Lo más sano es alejarse de esas personas tóxicas y dañinas, que solamente aportan dolor. Sé qué hay quien dirá que es muy difícil hacerlo, pero realmente está en nuestra mano. En nuestra decisión está el continuar al lado de alguien perjudicial o no.

Alejarte de esas personas que nos hicieron o nos hacen daño es lo mejor que podemos hacer. Pero no antes de perdonarlos. No puedes decir adiós guardando el rencor. Para la despedida hay que liberarse de todo peso. Por eso mismo, te animo a que perdones a quien te daño, y sigue tu camino con la paz que tanto mereces.

4-. Ten presentes tus heridas.

No intentes bajo ningún concepto intentar disimular o esconder tu dolor. Que te duelan las heridas es normal, y es algo que nos duele a todos. No por mostrarlas eres más débil. Quítate esos prejuicios y acepta tu dolor.

Cuando aceptamos el dolor, reconocemos su causa. Gracias a eso podemos llegar a tratar cada una de nuestras heridas emocionales. No existen atajos, lo siento. Todo aquello que nos perturba en nuestro interior debe ser tratado minuciosamente. Es importante saber en todo momento que debemos tratar.

5-. No te apegues a tus heridas.

Cuando somos heridos emocionalmente, esas heridas quedan irremediablemente instaladas en nuestro interior. Es un dolor silencioso que solamente florece cuando revivimos aquello que nos hizo daño o en situaciones similares. Esas heridas quedan abiertas durante mucho tiempo.

Como ya sabrás, dejar una herida tanto tiempo abierto agrava la situación, y su dolor cada vez es más intenso. Por tanto, debe ser tratada lo más pronto posible si queremos retomar el control total de nuestras vidas, que no podemos continuar si no hemos dejado atrás todo el peso innecesario. No te apegues a tus heridas, trátalas, libérate de ellas y continúa con tu vida de una forma más plena y satisfactoria.

Sanar las heridas emocionales

Las perlas son producto del dolor, el resultado de la entrada de una sustancia extraña e indeseable al interior de la ostra, como un parásito o un grano de arena.

En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia lustrosa llamada nácar. Cuando un grano de arena penetra en la ostra, las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y capas y más capas de nácar para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Como resultado, se va formando una hermosa perla. Una ostra que no haya sido herida de algún modo, no puede producir perlas. Porque la perla es una herida cicatrizada. Ella es capaz de sanarse, como tú eres capaz de sanar tu herida emocional.

Tus heridas deben de ser tratadas con tal de que se conviertan en “perlas”, es decir, en aprendizaje y experiencia que te servirán para tu vida futura y para la construcción de un interior más rico y pleno.

Para poder sanar todas nuestras heridas emocionales, es esencial que las identifiquemos, y posteriormente busquemos ayuda profesional. La terapia nos ayudará a reconstruirnos, y a tener todas las herramientas que necesitamos para sanar todas y cada una de nuestras heridas. Debemos apostar por la terapia, y de ese modo podremos sentirnos bien de nuevo. ¡Adelante!

 

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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