La dependencia emocional
En cierta medida, todos de un modo u otro, somos dependientes. Desde que nacemos, tenemos la necesidad de estar con otras personas, aprender de ellas, sentirnos protegidos, y tener el cariño de ellos. Pero lo natural es que a medida que vayamos creciendo, y madurando emocionalmente, nos vayamos convirtiendo en personas autónomas, es decir, que ya no necesitemos a los demás de la misma forma que cuando somos pequeños. Y hay personas que debido a su experiencia vital, sigue necesitando a los demás para todo, y es cuando surgen todos los problemas. Es por ese motivo, que es necesario que aprendamos las causas de caer en la dependencia emocional, para saber que nos ocurre, y cómo podemos afrontarlo.
No debemos caer en error de pensar que estar con otras personas, o socializar es algo que puede ser malo. Lo realmente patológico es necesitar a otras personas cuando ya deberíamos ser personas totalmente autónomas. Pero querer estar con amigos, con nuestra familia o con nuestra pareja no es nada malo, eso no es dependencia emocional, es relacionarte, y eso siempre es algo positivo. Nos enriquece y nos ayuda a tener otras perspectivas acerca de todo.
Hay personas que, por sus propias vivencias, se ven en la situación emocional de necesitar a alguien a su lado. Es decir, a una persona que pueda cubrir todas y cada una de sus carencias emocionales. Toda persona dependiente emocionalmente hablando, no es capaz de querer o amar con plenitud, porque necesitará a los demás para sentirse completa, protegida o amada. Y eso puede llevar a esas personas a tener relaciones totalmente tóxicas e insanas.
En este artículo descubriremos las causas de caer en la dependencia emocional. Conociendo la raíz del problema que estamos sufriendo, podremos identificar qué nos ocurre, y buscar toda la ayuda que necesitemos. Ser dependientes esconde heridas del pasado que no han sido tratadas, y eso condiciona nuestro presente y nuestro futuro, siendo necesarios ciertos cambios, como veremos a continuación.
Causas de caer en la dependencia emocional
Todos somos fruto de nuestras vivencias y experiencias. Gran parte de lo que somos es por todo aquello que hemos vivido y sufrido. Cuando somos pequeños necesitamos a nuestros mayores para obtener la protección que necesitamos, la educación y el cariño. En esos momentos somos totalmente vulnerables y necesitamos de las atenciones que nos dan nuestros adultos de referencia, que estos suelen ser los padres.
Si tenemos la protección, y los cuidados que necesitamos cuando somos pequeños, nos iremos desarrollando emocionalmente bajo un prisma positivo y constructivo. No cabe duda. Pero cuando crecemos bajo aspectos tales como la violencia, los malos gestos, los reproches o la culpa, entre otros, iremos construyendo lo que somos con la percepción de que no valemos gran cosa, y que nadie nos presta las atenciones que necesitamos.
Al percibirnos de un modo negativo, y no tener las herramientas emocionales para afrontar las malas experiencias que podemos sufrir de pequeños, iremos creciendo pensando que somos poco válidos, y que nadie nos quiere. Podríamos definir este tipo de crianza negativa como un maltrato, ya que crea a adultos heridos, que buscarán como sean ese cariño y esas atenciones que nunca han recibido. Las heridas emocionales darán paso a la dependencia emocional.
Las consecuencias de caer en dependencia emocional
Después de descubrir las causas de caer en la dependencia emocional, debemos centrarnos en las consecuencias y en el daño que puede hacer el hecho de necesitar a los demás. Una vez conozcamos las consecuencias más comunes de sufrir esas heridas que nos llevan a la dependencia, entenderemos la importancia de la ayuda psicológica para sanar todo el daño que hemos sufrido. Y dichas consecuencias emocionales son:
- Padecer ansiedad. El miedo al rechazo o a la soledad, entre otros, puede llevar a quien sufre dependencia emocional a estar siempre en alerta. Ese gran nivel de estrés y angustia favorece la aparición de los síntomas de la ansiedad.
- Tener una autoestima baja. Quien ha sufrido durante toda su vida los reproches y las críticas de quienes más tenía que cuidarle y protegerle, hará que esa persona crezca con la creencia y la percepción de que no vale nada, ni es merecedor de que nadie le quiera y lo ame. Una autoestima dañada es propio de las personas con dependencia emocional.
- Problemas al relacionarse. Una persona que se ha desarrollado mediante el rechazo, las criticas, o incluso el abuso, no tendrás las herramientas emocionales necesarias para relacionarse de un modo sano, y constructivo. Es por ello, que esta clase de personas suelen tener relaciones tóxicas, donde la dependencia, la manipulación, o el chantaje, entre otras conductas insanas, suelen darse, y acabar por destruir a esa persona que tanto sufre.
- Estado de ánimo bajo. El dolor y el sufrimiento prolongado tiene sus efectos en nuestro estado anímico. Aquella persona que ha sido abandonada, rechazada o incluso violentada por los demás, sin duda, caerá en una profunda tristeza y apatía. Los cuadros depresivos son muy comunes en las personas emocionalmente dependientes.
- Sufrir emociones negativas. Padecer malos gestos, reproches, críticas, e incluso violencia, puede florecer en las víctimas emociones tan negativas como la ira, la rabia o el rencor. Esta clase de sentimientos son reacciones propias de quien ha tenido malas experiencias durante toda su vida.
Los cuatro escalones de la dependencia emocional
Una vez que hemos conocido las causas de caer en la dependencia emocional, sería positivo saber como una persona llega a convertirse en la sombra de los demás, dejando de ser todo lo que es. Existe la teoría de los cuatro escalones, que toda persona dependiente baja hasta llegar a tener una necesidad patológica de cubrir sus necesidades personales y emocionales. Y a continuación describiremos esos 4 escalones.
- Primer escalón. En una primera fase, cuando el miedo al abandono, o a ser rechazado por la otra persona, se hace presente, la persona dependiente comenzará a demostrar que es imprescindible. Hará todo lo que le sea posible, e intentará facilitarle la vida a la persona que tiene al lado. Gracias a ello puede hacer que la otra persona le vea como alguien necesario en su vida, y de ese modo se garantiza que siga a su lado.
- Segundo escalón. En esta segunda fase, la persona dependiente utilizará la manipulación para retener a la otra persona. Normalmente, se hará la víctima para que se le tenga lástima, y con esa pena garantice que la persona objeto de su dependencia, se quede siempre a su lado. No debemos olvidar que la manipulación es una táctica muy usada por las personas dependientes.
- Tercer escalón. Cuando la manipulación deja de ser efectiva, a la persona dependiente solamente le quedaría comenzar a tratar mal a esa persona que está a su lado. Buscará que la otra persona reaccione y acabe experimentando emociones como la rabia. De ese modo, cree que puede reconducir su relación, y volver al momento ideal que buscaba cuando empleaba la manipulación.
- Cuarto escalón. Si la persona emocionalmente se queda sin recursos para retener a la otra persona a su lado, pueden utilizar el chantaje o la amenaza. Es el único recurso para no dejar que nadie se vaya de su lado. Es un camino hacia adelante a la esperada. Como son conductas propias de personas tóxicas en relaciones con la misma toxicidad, al final todo acaba por destruirse y romperse. Es la consecuencia de un modo de necesitar patológico.
Cómo sanar las heridas del pasado
Las personas emocionalmente dependientes sufren, y hacen sufrir a los demás. Tenemos que recordar que son personas heridas, y ese sufrimiento que arrastran desde siempre, les hace comportarse de ese modo tan tóxico. No lo hacen porque quieren, ni porque no quieran cambiar. Se comportan así porque no saben comportarse de otro modo, y ese modo de actuar les hace sufrir situaciones y relaciones dolorosas, que prolongan aún más su sufrimiento.
El único método para sanar todas nuestras heridas del pasado es la terapia. La ayuda psicológica nos sirve para analizar nuestro dolor y saber como hacerle frente. Así que, si has logrado identificar alguna conducta dependiente en ti, deberías buscar toda la ayuda que sea posible para poder sanar todo ese dolor que has ido acumulando, y que te afecta en todos los ámbitos de tu vida. Apuesta por ti. Apuesta por la terapia. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
