Cómo superar la dependencia emocional

Dependencia emocional

Carencias afectivas, poca madurez emocional, y una baja autoestima, son las características más frecuentes que podemos encontrar en las personas que sufren dependencia emocional. Estas personas llegan a situar sus relaciones, sobre todo de índole sentimental o amorosa, por encima de todo y todos. Su relación se convierte en el centro de sus vidas, pudiendo dejar en un segundo plano sus trabajos, sus familias, su entorno social, e incluso a ellos mismos. Su dependencia se nutre de una obsesión que pretende cubrir un vacío emocional y mediante relaciones que aporten aunque sea un mínimo de afectividad. En este artículo aprenderemos cómo superar la dependencia emocional.

Para la persona dependiente emocionalmente, su pareja se convierte en lo más relevante en su vida, viviendo su relación de una forma enfermiza e intensa. Con este tipo de necesidades emocionales la persona compromete su estado de ánimo, su tiempo, su comportamiento, sus responsabilidades y obligaciones por la persona amada. Todo su mundo se centrará en la aceptación o rechazo de la otra persona. Por ello buscará volcarse en la relación y contentar a toda costa a su pareja, ya que tendrá la falsa sensación de que su felicidad dependerá de contentar o no la otra persona que conforma su pareja sentimental.

Todo comportamiento insano, emocional y psicológicamente debe ser tratado con tal de recuperar su autonomía emocional y su capacidad de ser feliz por sí mismo. Si no se trata, la persona dependiente emocional ante una ruptura o quizás un rechazo por parte de su pareja, puede desarrollar cuadros de tristeza, angustia y padecer ansiedad excesiva y extrema.

Consejos para superar la dependencia emocional

1-. Acepta la problemática.

Para poder aceptar el hecho de sufrir dependencia emocional, primero debemos conocer las características que definen tal apego patológico.

La dependencia emocional se caracteriza fundamentalmente por:

  • Necesidad total por ser aceptado por los demás.
  • Depender de las personas que le rodean.
  • Tener en cuenta de forma obsesiva la opinión de los demás sobre uno mismo.
  • Anteponer el deseo de los demás al de uno mismo.
  • Sentirse feliz o no dependiendo si está con la persona querida o no.
  • Evitar enfrentamientos o llevar la contraria por el temor a ser rechazado o poco valorado.
  • Sentirse culpable constantemente por sentirse responsable de la felicidad de los demás.
  • Vivir en el miedo constante de no ser querido o rechazado.
  • Niveles de ansiedad altos debido a las autoexigencias elevadas dentro de la relación.
  • Sentir celos constantemente y necesidad de controlar a la persona querida.
  • Necesidad de tener a la otra persona para tener la tranquilidad, seguridad y felicidad que anhela.
  • La felicidad se centra en una sola persona, no disfrutando de otra cosa que no sea estar con quien ama o aprecia.

Una vez que la persona ha logrado reconocer y aceptar que sufre una dependencia emocional, que está mermando su bienestar personal, perjudicando sus niveles de autoestima, y afectando a su estado anímico. Se debe trabajar para realizar el cambio que se necesita para dejar atrás y superar la dependencia que sufre. Todo cambio, por pequeño que sea, es positivo. La persona que sufre tal apego patológico debe recuperar su autonomía emocional, para ello es totalmente necesario que tenga la voluntad de cambio, la ayuda profesional que necesite y el apoyo de su entorno más cercano.

2-. Aprender a disfrutar de la soledad.

Tenemos que aprender a distinguir entre necesitar y desear. Necesitar una relación no es lo mismo que desear tener una relación. Cuando necesitas a la otra persona se convierte en una relación de dependencia. Para disfrutar de una relación sentimental primero hay que aprender a disfrutar y ser feliz sin pareja. Es decir, a disfrutar de nuestra soledad, de nuestro trabajo, de nuestras amistades, de nuestros hobbies, de disfrutar de las pequeñas cosas que nos ofrece la vida, y sobre todo, tenemos que aprender a amarnos tal y como nos merecemos.

Solamente cuando tengamos una madurez emocional consolidada, podremos empezar una relación amorosa, fluida y sana, donde dos personas independientes tengan un objetivo de vida en común.

3-. Aumentar la autoestima.

Es importante aprender a valorarnos, a aceptarnos  tal como somos, con nuestras virtudes y defectos. Es el único método para poder tener una relación sana con nosotros mismo y con los demás. Realmente no necesitamos a nada ni a nadie para ser feliz. Depender de los demás para sentirte valorado solo dará paso al sufrimiento y la ansiedad.

Para elevar nuestra autoestima se necesitan cambios. Cambios en nuestro pensamiento y en nuestro comportamiento. Si necesitamos ayuda para ello, debemos solicitarla, y sobre todo apoyarnos en las personas más cercanas que son capaces de ver lo bueno que hay en nosotros cuando nosotros somos incapaces.

Conclusiones

No debemos olvidar que la dependencia emocional impide a la persona que la sufre mantener relaciones sanas con los demás. Un “te quiero” para una persona dependiente se convierte en un “te necesito”. Con ello la persona pierde el control de la situación. Estar con la persona amada o quería se convierte en el único salvavidas. Para poder superar una dependencia es necesario conseguir ayuda profesional. Es decir, una ayuda para aprender a relacionarse sin caer en relaciones de dependencias. Debemos saber cómo superar la dependencia emocional.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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