¿Qué es la zona de confort?
Cuando hablamos de la zona de confort, siempre se nos viene a la cabeza todas esas experiencias positivas, que nos hace sentirnos bien y seguros. Pero nada más lejos de la realidad. La zona de confort es solo las experiencias y situaciones que conocemos, por muy malas que estas sean. Por raro que parezca, no alterar aquello que ya conocemos, y no arriesgarnos, nos hace sentir seguros y confiados. Es una trampa emocional en toda regla. Por eso voy a describir 10 motivos para salir de la zona de confort, ya que es algo vital y necesario.
Es cierto que las personas que intentan tenerlo todo controlado, suelen sufrir ansiedad. No arriesgarse, y exponerse a cosas nuevas, hace que se sienta bien, y pueda mantener unos niveles de estrés bajos. Pero ante cualquier posible variación, o acontecimiento nuevo, la ansiedad llega a unos niveles totalmente patológicos. Al final, mantenerse en la zona de confort es un autoengaño. No podemos controlarlo todo, debemos vivirlo todo, y tenemos que superar todo aquello que nos perturba como es la ansiedad.
Tenemos que entender que todo en la vida es cambio. No podemos mantenernos siempre igual. Para ello tenemos siempre que correr ciertos riesgos. Percibir todo como algo peligroso no es vivir. Tenemos que asumir todos los cambios, y el cambio en nosotros mismos. Al final, si decidimos construir un muro alrededor de nosotros, no nos protegerá, solamente nos aislará. Debemos superar esos miedos, y aprender a percibir la vida como algo positivo y bello. A continuación, describiré los 10 motivos para salir de la zona de confort.
10 motivos para salir de la zona de confort
1-. Superarás tus miedos.
Cuando somos prisioneros de nuestros propios miedos, debemos afrontarlos siempre de frente. Todo aquello que nos paraliza debe ser tratado. Es normal sentir a menudo cierto vértigo ante situaciones que desconocemos, y que no podemos controlar. Pero no podemos dejarnos atrapar por el miedo.
Debemos tomar la firme decisión de vivir de forma plena. Sabemos que corremos el riesgo a fallar, a vivir malas experiencias, o de conocer a personas inadecuadas. Ello forma parte de la vida y de nuestro aprendizaje personal. No podemos evitarlo, solo nos queda cambiar nuestro modo de gestionarlo. Los tropezones solamente son eso. Arriésgate y decídete por vivir plenamente.
2-. Cambiarás tu modo de pensar.
Las personas que suelen resistirse al cambio tienen una mente totalmente rígida. La rigidez en el pensamiento como en cualquier otro ámbito, acaba por provocar la propia destrucción. Quien quiere evitar todo aquello que le provoca miedo, no dejará de estar en alerta, y ello da siempre paso a la temida ansiedad.
Estar siempre en alerta y en un estado de continua vigilancia hace que nuestros niveles de estrés se eleven de un modo patológico. Debemos aprender a ser más flexibles a la hora de procesar y percibir los cambios. Una mente flexible nos permite estar dispuestos a vivir nuevas experiencias, aunque corramos ciertos riesgos.
3-. Mejorará tu autoestima.
Cuando no somos capaces de afrontar nuestros peores temores, y nos quedamos estancados en nuestra zona de confort, no nos sentimos bien con nosotros mismos. En el fondo acabamos desengañados con nosotros mismos. No podemos valorarnos porque no somos capaces de afrontar aquello que no asusta. Eso hace sentirnos frustrado, afectando a nuestro estado de ánimo y a la percepción que tenemos que nosotros mismos.
Siempre hay un momento en el cual nos vemos en la encrucijada de saltar al vacío o no. Son cambios en nuestras vidas que no podemos eludir. En esos momentos en los que reunimos el valor y la decisión de dar el primer paso hacia el cambio, hace que no sintamos bien con nosotros mismos. Nuestra autoestima comienza a crecer y nos podemos sentir en paz. Es uno de los 10 motivos para salir de la zona de confort que debes tener en consideración.
4-. Aprenderás a relacionarte.
Si no nos atrevemos a abandonar nuestra zona de confort, acabaremos por aislarnos. Es la mejor manera de evitar los cambios, y que nadie nos haga daño. Pero no podemos vivir alejados de los demás. Necesitamos compartir y relacionarnos, tanto con persona que conocemos como aquellas que aún no.
La zona de confort de cada uno es un lugar frío y sombrío. No podemos vivir eternamente en la penumbra. En nuestras vidas conoceremos a miles de personas, y de todas ellas aprenderemos cosas. No podemos dejar de experimentar ese enriquecimiento personal por el simple hecho de dejarnos llevar por unos miedos que no tienen sentido.
5-. Ganarás en seguridad.
Siempre que afrontamos y miramos de frente aquello que tememos, nuestra autoestima crece, y por tanto uno gana en seguridad. Quien es capaz de abandonar su zona de confort, es capaz de cualquier cosa. Tener la capacidad de afrontar todo lo nuevo, no como una amenaza, sino como una oportunidad, nos enriquece y nos hace más fuertes.
Dejarnos llevar por el miedo, solo nos hace daño, y destruye todo lo que somos. Al final debemos aprender que tenemos que exponernos ante aquello que no conocemos. Es la única forma de crecer emocional y personalmente.
6-. Adquirirás nuevas habilidades.
Al salir de nuestra zona de confort y enfrentarnos al mundo que nos rodea, debemos desarrollar otras habilidades que nos faciliten la gestión de todo aquello que nos es nuevo. Todo forma parte de nuestro desarrollo personal. Al exponernos a personas y acontecimientos nuevos tenemos, desarrollaremos nuevas estrategias emocionales que nos ayuden a desenvolvernos.
Todo es aprendizaje en esta vida, y aprendemos a base de ensayo y error. Así que cuando logramos sobrepasar nuestros miedos, gestionaremos de un modo diferente, y más constructivo, todo aquello que nos suceda. La zona de confort solo sirve para estancarnos emociona, y psicológicamente.
7-. Percibirás todo como una oportunidad.
Si logramos superar todo aquello que nos da miedo, pasamos a una fase donde todo ya no es un desafío, sino una oportunidad. Ya no percibiremos las cosas como un peligro potencial, sino como una nueva experiencia de la que aprender y sacar todo el jugo. No se puede vivir siempre bajo el yugo de nuestros miedos.
8-. Serás emocionalmente más autónomo.
Cuando no dependes de tus miedos, tu libertad emocional se ve potenciada. Toda aquella persona capaz de escapar de su zona de confort, es capaz de vivir de un modo pleno y constructivo. Al final, quien no se deja llevar por sus miedos, no depende de nada ni de nadie. Y no hay nada más gratificante que no sucumbir a la dependencia emocional. Por ese motivo debemos dejar atrás aquello que tememos, y dar un salto de fe. Al otro lado de la puerta encontraremos una vida sin limitaciones personales.
9-. Querrás vivirlo todo.
La vida se puede volver rutinaria y atroz cuando estamos en nuestra zona de confort, donde casi nunca ocurre nada. Una vez que hemos decidido dejarla atrás, querremos vivirlo todo. Ya no tendremos miedo a exponernos a todo lo nuevo. En ese momento serás capaz de vivirlo todo. Sin miedos.
10-. Disfrutarás del ahora.
Normalmente, quien está preso por sus propios miedos, y permanece en su zona de confort, está constantemente intentando prever qué ocurrirá. Ello le aporta cierta sensación de seguridad, pero resta espontaneidad a sus vidas, no permitiéndoles disfrutar de su presente. Una vez que hemos logrado superar nuestros miedos, podremos estar pendientes de nosotros y de nuestro ahora. Es uno de los 10 motivos para salir de la zona de confort que más debemos tener en cuenta, porque vivir sin miedo nos libera, y nos ayuda a vivir libres, y eso siempre vale la pena. Si estás atrapado en tu zona de confort, sal de ella. Sé libre. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online