Qué es un ataque de pánico
La ansiedad es un trastorno muy común. Todos hemos pasado por momentos muy difíciles que no hemos sabido cómo gestionar. El hecho de sentirnos desbordados por los problemas hace que la tensión que estamos experimentando crezca. Toda esa presión interior es la ansiedad, y cuando esta llega al punto máximo, nuestro cuerpo se tensa, para posteriormente deshacerse de toda esa tensión, y ese mecanismo es el ataque de pánico. Para poder afrontarlo adecuadamente, es necesario que sepamos cómo actuar ante un ataque de pánico.
Cuando la ansiedad es muy elevada comienzan a aparecer los síntomas relacionados con este trastorno, como los temblores, la tensión muscular, o las taquicardias. Son síntomas totalmente dolorosos e incapacitantes. Pero son necesarios para poder afrontar y superar los episodios de ansiedad extrema.
Al final, los ataques de pánico es el mecanismo que utiliza nuestro organismo para deshacerse de toda esa tensión. Primero tensa al máximo el cuerpo y la mente, para posteriormente ir destensando. De ese modo nos libraremos de los picos más altos de ansiedad, y podremos volver a la normalidad, hasta que de nuevo nuestros niveles de estrés sean muy elevados.
Llegados a este punto cabe decir que la única forma de controlar y superar los ataques de pánico es mediante la terapia. Las medicaciones no sanan nuestras heridas, sino que nos relajan. Por ese motivo, si quieres dejar de sufrir ansiedad y los temidos ataques de pánico, busca ayuda profesional. La intervención terapéutica es el único método efectivo. No busques atajos que no te llevarán a nada.
Síntomas de un ataque de pánico
Antes de aparecer el temido ataque de pánico, aparecen ciertos síntomas que nos pueden avisar de que estamos a punto de sufrir dicho ataque. Entre esos primeros síntomas encontramos la tensión mandibular y el dolor en el pecho. Un dolor punzante que acaba por paralizarnos. Pero haciendo una lista de los principales síntomas de un ataque de pánico, podemos encontrar:
- Dolor torácico u opresión en el pecho.
- Mareos, náuseas y sensación de desmayo
- Miedo de muerte inminente.
- Miedo a perder el control de nosotros mismos.
- Sensación ahogo o falta de aire.
- Sentimientos de irrealidad.
- Problemas digestivos.
- Entumecimiento u hormigueo en los dedos de manos y pies o cara.
- Palpitaciones y taquicardia.
- Sensación de sofoco o calor extremos.
- Sudoración excesiva y escalofríos.
- Temblores o estremecimiento.
Decir que a cada persona la ansiedad le ataca de un modo diferente, y debido a sus circunstancias personales. Es decir, habrá personas que sufran ciertos síntomas y habrá otras personas que sufrirán otros. Pero aun así es esencial poder conocer todos los síntomas cómo actuar ante un ataque de pánico.
Causas de un ataque de pánico
Los ataques de pánico con el resultado de soportar una gran presión en nuestro interior durante un tiempo prolongado. Cuando estamos sometidos a un gran nivel de estrés o de ansiedad, nuestro cuerpo y nuestra mente se van tensando, hasta llegar a un punto que no podemos soportar. Entonces comienzan a aparecer algunos de los síntomas propios de la ansiedad, haciéndonos sufrir uno de dichos ataques, que nos ayudarán a deshacernos de toda esa tensión que hemos ido acumulando.
Así que, las causas de un ataque de pánico es un elevado nivel de ansiedad. La ansiedad nos tensa el cuerpo y la mente, y los ataques nos ayudan a destensarnos y de ese modo volver a una cierta normalidad, aunque lo cierto es que los iremos sufriendo si no somos capaces de buscar ayuda terapéutica. Sin terapia, aunque la ansiedad puede silenciarse durante un tiempo, lo cierto es que al final siempre aparece. Por ese motivo, debemos tratar la ansiedad, y no esperar que desaparezca por si misma. Conocer las causas de nuestra ansiedad nos ayudará a saber cómo actuar ante un ataque de pánico.
Tratamiento para los ataques de pánico
Si eres de los que tienen las esperanzas puestas en una medicación que cure la ansiedad, tengo que decirte que no existe tal cosa. No existe una pastilla que te libere de sufrir los temidos ataques de pánico. Te pueden recetar medicación pero ésta estará dirigida a que estés más relajado, y nada más. Este tipo de medicamentos pueden acallar nuestra ansiedad durante un tiempo. Pero como sabemos, la ansiedad no tratada siempre aparecerá.
Habrás escuchado a personas que afirman que han sufrido ansiedad toda su vida. Pero si le preguntas, seguramente la inmensa mayoría jamás ha buscado ayuda profesional continuada. La ansiedad sólo se puede tratar mediante la terapia. La terapia nos dará las herramientas necesarias para poder afrontar nuestros miedos, y tener la habilidad de gestionar todas las adversidades futuras. Es el único tratamiento posible para la ansiedad y por ende, para los ataques de pánico. Así que, no busques atajos, y apuesta por la intervención psicológica.
Ataque de pánico nocturno
Los ataques de pánico aparecen sin previo aviso, y siempre cuando estamos más relajados. Cuando nuestra mente está en tensión, y nos vamos relajando, es cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas que avecinan este tipo de ataques de ansiedad. Cuando dormimos aparte de estar relajados, nuestro cerebro está procesando todo lo que hemos vivido durante el día. Por ejemplo, todos los nervios o miedos que hemos sufrido, aquello que no hemos sabido gestionar. Cuando nos hemos acostado con tanta tensión acumulada, y una vez que nos hemos relajado un poco, la ansiedad hace su aparición para deshacerse de toda esa presión. Y es entonces cuando nos despertamos de manera brusca sufriendo un ataque de pánico nocturno.
Son ataques realmente angustiantes, ya que nos despertamos de un modo brusco, sufriendo una gran tensión muscular y mental, además de sufrir síntomas tales como dolor en el pecho o sensación de ahogo. Hasta que somos conscientes de lo que nos ocurre, el ataque de pánico que estamos sufriendo gana en intensidad sin que podamos reaccionar adecuadamente. Este tipo de ataques de ansiedad nocturnos no se pueden prever, y sólo desaparecerán cuando tratemos la raíz o la causa del problema: la ansiedad.
Llorar en un ataque de ansiedad
El llanto o el lloro es una excelente herramienta para deshacerse de toda esa presión que llegamos a padecer. Gracias al hecho de llorar, podemos quitarnos de encima toda esa tensión que hemos acumulado, y podemos volver a sentirnos bien. Llorar es una gran herramienta para afrontar un ataque de ansiedad o de pánico.
Así que, en el momento que suframos un ataque de ansiedad es normal tener la necesidad imperiosa de llorar. No te reprimas y deja que esas emociones salgan al exterior mediante las lágrimas. Si eres capaz de llorar en un ataque de pánico, podrás superarlo de un modo más rápido y efectivo, debido a que te ayudará a desprenderte de toda esa tensión que has ido acumulando en tu día a día.
Qué le sucede al cuerpo en un ataque de pánico
Cuando nuestra ansiedad llega a nivel extremo, nuestro cuerpo y nuestra mente se tensa por completo. La tensión es tal que nos paraliza, y es entonces cuando aparecen los primeros síntomas de un ataque de pánico. Es muy común comenzar a sentir que nuestra mandíbula se tensa, o que nuestro pecho empieza a doler. Son las primeras señales que nos indican que estamos a punto de padecer un ataque de pánico o ansiedad.
Una vez que el ataque de pánico nos ha llevado a tensar todo nuestro organismo, éste empezará a relajarse. Se irá destensando poco a poco hasta llegar a un grado alto de relajación. Es cuando nos recuperamos de este tipo de ataques, y volvemos a la normalidad. Durante todo el proceso de un ataque de pánico, nuestro cuerpo se tensará de un modo extremo para luego ir destensando paulatinamente hasta volver a sentirnos relajados. Por todo ello es importante saber cómo actuar ante un ataque de pánico para poder afrontarlo rápidamente, de un modo eficaz.
Cuanto dura un ataque de pánico
No hay un tiempo establecido en un ataque de pánico. Todo dependerá de la persona, y del grado de ansiedad que padece en ese momento. Pero aproximadamente, suele durar unos minutos, quizás puede llegar hasta 10 0 15 minutos en los casos más extremos. Normalmente, comenzamos a sentir los primeros síntomas, como la sensación de ahogo o el dolor en el pecho, ya rápidamente comenzamos a sufrir plenamente el ataque de pánico. Llegando a su máximo nivel de intensidad a los pocos minutos. Después los síntomas se irán rebajando en intensidad, y nos iremos relajando poco a poco
No debemos agobiarnos por el tiempo. Durante un ataque de pánico debemos centrarnos en relajarnos rápidamente. Si estamos mirando el reloj nos pondremos más nerviosos. Un ataque de pánico, por muy intenso que sea, al final remitirá y todo volverá a la normalidad. Lo mejor es dejar que todo pase, y centrarnos en nuestra relajación para de ese modo, volver a la normalidad que tanto esperamos en esos momentos. Es importante saber cómo actuar ante un ataque de pánico
Ingreso hospitalario por crisis de ansiedad
Si te preguntas si es necesario ingresar o acudir a un hospital por una crisis de ansiedad, decirte que no. Es normal que cuando padecemos nuestro primer ataque de pánico creamos que estamos sufriendo un infarto, o que nos vamos a morir, y por ese miedo, acudamos a urgencias. Pero la verdad es que a nuestro corazón no le pasa nada, y todo es normal. Lo único es que nuestra mente se ha colapsado, y eso ha tensado todo nuestro cuerpo.
Una vez sepamos cómo actúa la ansiedad, y cómo nos afecta, si sufrimos otro ataque de pánico, dejaremos que todo pase sin acudir a urgencias. Lo importante es que tomemos la decisión de buscar ayuda profesional, que nos dé las herramientas que necesitamos para afrontar nuestra ansiedad, y de ese modo, dejar de sufrir este tipo de ataques.
Cómo actuar ante un ataque de pánico
Los ataques de pánico son muy paralizantes y dolorosos. Crean una gran angustia en las personas que los padecen, y ello puede agravar aún más la situación. Lo importante es saber cómo actuar ante un ataque de pánico para poder afrontar mejor esta clase de ataques, y volver a la normalidad lo antes posible. Para ello, podemos seguir los siguientes pasos:
- Busca un lugar tranquilo. En cuanto comiences a padecer los primeros síntomas de un ataque de pánico, busca un lugar donde te puedas sentar o tumbar. Si estás en un lugar público, puedes incluso sentarte en el suelo, en un sitio discreto.
- Comunícate. Si estás acompañado, comunícale a esa persona que te pasa, y que sólo necesitas que esté ahí en silencio mientras te recuperas. De ese modo, estaréis los dos más tranquilos.
- Ponte cómodo. Si tienes ropa apretada, cinturones o un reloj apretado, despréndete de esas cosas, o desabróchate la ropa. Es importante que te sientas lo más cómodo posible.
- Céntrate en algo positivo. Es normal creer que nos vamos a morir o que vamos a perder el control durante el ataque de pánico. Deja a un lado esos pensamientos, y céntrate en tu respiración, y en volver a la normalidad.
- Respira pausadamente. Comienza a respirar de forma pausada y ordenada. Evita las hiperventilaciones. Una respiración lenta nos permitirá relajarnos rápidamente.
- Destensa tu musculación. Durante un ataque de pánico puede ir destensando los músculos principales, tensándolos y relajándolos. Por ejemplo: apretando las manos y luego dejar de apretar poco a poco. Así con todo tu cuerpo. Es una tarea algo tediosa para esos momentos de gran angustia, pero es muy efectivo. También puedes optar por aplicarte masajes tu mismo.
- Toma tu tiempo. Una vez que el ataque de pánico pase, poco a poco ve abriendo los ojos, y levántate cuando te veas capacitado para ello. No tengas prisa.
Cómo ayudar a una persona con ataques de pánico y ansiedad
Cuando alguien cercano está sufriendo un ataque de pánico es algo realmente angustiante, y frustrante. Es difícil saber cómo actuar para ayudar a esa persona. Son momentos difíciles de gestionar, y en los que podemos dejarnos llevar por los nervios de ese instante. Lo principal es mantener la calma, y hacerle saber a esa persona que vamos a estar con ella en todo momento. Tiene que sentir nuestra seguridad y nuestro apoyo desde el primer momento. Por ello debemos aprender a cómo actuar ante un ataque de pánico
No podemos hacer nada para detener ese ataque de pánico, pero podemos ayudar a esa persona a que lo afronte de la mejor forma posible. Y para ello podemos:
- Ayúdale a buscar un lugar tranquilo, donde pueda estar cómoda.
- Desabróchale la ropa que pueda apretarle.
- Agárrale la mano. Es importante que sienta que estamos ahí.
- Ayuda a que se centre en ella misma, en su respiración.
- Acompáñala a la hora de que respire tranquilamente. Dile cuándo coger aire y cuándo soltarlo.
- Tranquilízala con tu voz.
- Deja que afronte todo el proceso.
- Ayúdala en todo lo que te indique una vez todo pase.
Ejercicios para combatir la ansiedad
Para combatir la ansiedad existen dos ejercicios muy sencillos pero altamente efectivos. El primero es la denominada Respiración diafragmática, y se basa en respiraciones controladas y pausadas. Son series de inhalaciones y exhalaciones cuyo intervalo sea de unos cuatro segundos. Es decir, debemos inhalar todo el oxígeno que podamos, siempre haciéndolo desde el diafragma (músculo situado en la barriga), y posterior exhalando lentamente ese aire. Es un método efectivo para relajarnos de un modo rápido y eficaz.
También tenemos otro ejercicio igualmente efectivo y que se puede realizar conjuntamente con la Respiración diafragmática, y es la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson. Este ejercicio sirve para destensar todo nuestro cuerpo cuando sufrimos un ataque de pánico, o simplemente nos notamos tensos. Se basa en tensar más cada músculo y articulación de nuestro cuerpo, para luego ir destensando. Por ejemplo, centrándonos en las manos, las apretaremos durante unos diez segundos, y luego bajaremos esa tensión realizada, luego serían los brazos, cuello, piernas, y así con todo nuestro cuerpo. Es una técnica muy efectiva y sencilla de realizar.
Eliminar la ansiedad para siempre
Puede que hayas escuchado a muchas personas afirmando que desde siempre han padecido ansiedad, y que siempre la sufrirán. Si le preguntas un poco, seguramente nunca han tomado la decisión de buscar ayuda psicológica, o si lo han hecho han abandonado. A menudo creemos que existen atajos, o que una medicina nos va a curar de nuestra ansiedad, pero eso no es así. No hay medicación que cure la ansiedad, simplemente hay fármacos para relajarnos y bajar nuestros niveles ansiosos, pero jamás nos sanarán.
Para poder afrontar y superar la ansiedad es necesario un trabajo terapéutico prolongado, que revise toda nuestra biografía, y encuentre la raíz o la causa de nuestra ansiedad. Comprender qué nos pasa, y cómo actuamos ante ello, es fundamental para poder eliminar la ansiedad para siempre de nuestras vidas. Si quieres vivir sin ansiedad, apuesta por la terapia. Es el único método para afrontar y dejar atrás este trastorno. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online