Conductas de la depresión
La inmensa mayoría de las personas creen que sufrir una depresión es igual que sentirse muy triste. Esas ideas son propias de las personas que jamás han sufrido este terrible trastorno del estado de ánimo. Quien ha sufrido depresión sabe que sufrirla es mucho más que sentirse profundamente triste. Existe un cambio de comportamientos propios de esta psicopatología. Existen las denominadas conductas de la depresión.
Cada persona sufrirá la depresión a su manera. No existen dos personas a que la depresión le afecta por igual. Cada uno verá alterado su modo de actuar, y sufrirá ciertos síntomas que quizás otra persona no la sufra.
Hay que tener en cuenta las conductas de la depresión, ya que nos indicarán que grado de afectación padece la persona y nos puede guiar a la hora de ayudarle. Es importante estar alerta ante ciertas alteraciones de comportamiento, ya que nos puede ayudar a la hora de diagnosticar la propia Depresión.
A continuación veremos algunos ejemplos de conductas de la depresión, proporcionados por testimonios voluntarios, que nos ayudarán a entender el propio trastorno. Y con todo ello nos acercará a la realidad de las personas que la sufren, o quizás nos veamos reflejados en estas conductas por estar sufriendo o haber sufrido depresión. Espero que os guste y os sea útil.
Ejemplos de comportamientos de depresión
- Me he dado cuenta de que cada vez me aíslo más. No tengo ganas de hablar con nadie. Quizás lo hago de forma inconsciente, pero ni quiero hablar de mi depresión, ni quiero que nadie me vea tan afectada. Necesito estar sola. Lara.
- Estoy tan cansada. Duermo muchas horas, pero me encuentro tan cansada. Necesitaría dormir todo el día. Levantarme me supone tanto. Me siento agotada, sin fuerzas. Me cuesta hacer cualquier cosa, como ducharme o levantarme a comer. Estoy tan cansada. Solo necesito dormir. Miriam.
- Me he dado cuenta de que siempre pongo excusas para quedar con alguien. Si me proponen hacer algo, al principio acepto, pero luego siempre busco cualquier motivo para no quedar con esa persona. Quizás necesito estar en casa. Ya no me gusta tanto salir. Noe.
- Estoy enganchado a internet. No paro de mirar las redes sociales, pero no me relaciono. Simplemente leo. También juego a videojuegos con el teléfono móvil. Me evado con eso. Pedro.
- Me siento tan cansada que me quedó dormida en el mismo momento que me acuesto. Puedo dormir durante 12 horas seguidas. Patricia.
- Noto que he perdido concentración. No consigo centrarme en el trabajo, y me desespero. Durante todo el día intento centrarme, pero no puedo.
- Me gustaría no sentirme sola, y que alguien comprendiera lo que estoy sufriendo. La depresión no la he elegido yo. Por eso me callo, e intento disimular todo lo que siento. María.
- Por mi trabajo debo mostrarme alegre. Trabajo de cara al público y tengo que intentar dar una imagen positiva. Es agotador esconder mi depresión. María C.
- He notado que fumo y bebo más que antes. Sobre todo me ocurre cuando me invitan a una fiesta o algún evento. Necesito consumir, me puede la ansiedad que sufro a raíz de mi depresión. Mireia.
- Ya nunca digo que “estoy cansada o que no me encuentro bien”. Nadie entiende por lo que estoy pasando, y me suelen decir que soy una exagerada, y que tengo que ser más activa. No comprenden por lo que estoy pasando. Laura.
- Me cuesta pensar y tomar decisiones. Antes era muy activo, pero noto como todo en mí está ralentizado, como si pensará o me moviera en cámara lenta. No me reconozco. Javier.
- A menudo me salto las comidas. Como no tengo hambre, ni tengo fuerzas para levantarme y hacerme de comer, pues simplemente no como en ese momento. Laura P.
- Prefiero estar sola, pero si tengo que reunirme con alguien, prefiero que sea una persona o grupos pequeños, si no me agobio y me quiero ir. No soporto las aglomeraciones, ni los grupos grandes de personas. Susana.
- Me encuentro irritable hasta por pequeñas cosas. No me reconozco. Salto por cualquier cosa. Antes era una persona tranquila, y ahora no soporta a nadie ni a nada. Joaquín.
- Mi casa está hecha un completo desastre. No tengo energías para limpiar y ponerla a punto. Siento vergüenza a ver cómo está mi casa. Silvia.
- Intento estar más tiempo en el trabajo. No quiero volver nunca a casa. Las paredes se me caen encima. Además, no tengo fuerzas para estar con la familia. Me siento mal por ese motivo. Carla.
- He dejado de ser una persona espontánea. Lo planeo todo. Necesito tenerlo todo controlado. Ya no soporto las sorpresas. Julia.
- Descuido las tareas más básicas como hacer la colada, cocinar o comer. Las personas que me rodean creen que soy una vaga, pero no me encuentro con energías para hacer nada. Johana.
- Me siento siempre culpable. No me encuentro bien, y me aíslo con mucha frecuencia. Siempre estoy diciendo que no a mis amigos e incluso a mi pareja. No relacionarme hace que me sienta mal conmigo mismo. No quiero encontrarme así. Pedro H.
- Estoy todas las noches desvelada. Me duermo, pero en pocas horas me despierto y no puedo dormir. Tampoco tengo ganas de hacer nada, así que me paso toda la noche pensando en mi cama, o en el balcón fumando. Todo hasta que a las horas me vuelve a entrar el sueño.
- He dejado de tener sentido del humor. Antes sonreía por todo y me encontraba bien. Ahora ya nunca río. No tengo ganas de nada. A veces para disimular me río de alguna cosa con mis amigos o con mi familia, pero por dentro me siento fatal. Carol.
- Ya no soporto el sol ni la luz. Prefiero estar en la oscuridad. Eso me calma y permite aislarme de todo. Necesito paz y calma. Me siento demasiado cansada para todo. Lola.
Cómo mejorar las conductas de la depresión
Cuando una persona sufre las conductas de la depresión, lo más importante es aceptar todo lo que está sufriendo. La aceptación siempre es el primer paso para solucionar cualquier problemática. Es el momento en el cual la persona es consciente de lo que le pasa, y de los cambios que necesita realizar.
La depresión nos hace pasar por unos síntomas muy dañinos. Para salir de las malas conductas de la depresión también necesitamos motivación. Para superar cualquier problemática se necesita tiempo y esfuerzo. No existen los atajos. Siento decirlo. Y por ello necesitas estar motivado para realizar todos los cambios que te ayuden a mejorar tu vida, y alejarte de la depresión.
De la depresión no se sale por uno mismo. Se necesita de ayuda, para ello debemos acudir sí o sí a la consulta del psicólogo. Este tipo de profesionales nos ayudarán a obtener herramientas y guías que nos permitan luchar contra la depresión.
Son tres factores esenciales para mejorar las conductas de la depresión. Si esta enfermedad nos empuja hacia el abismo más oscuro, deberemos entonces estar preparados para resistirnos a ello y vencerla. Todo se puede superar. La solución nace de una decisión. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online