Niños con autoestima baja

La importancia de una buena autoestima en los niños

Nadie nace con una determinada autoestima, ya sea esta baja o alta. El concepto que vamos creando de nosotros mismos pertenece a una visión fomentada por la educación, y los estímulos que recibimos en los primeros años de vida. Los niños con autoestima baja o alta son el fruto de la construcción de nuestro yo.

La autoestima es una pieza clave a la hora de formar aquello que somos. De ella depende como construimos nuestro yo y como interactuamos con el mundo que nos rodea. Por ese motivo, es importante modularla desde que somos pequeños. Debemos fomentar en los niños la importancia de valorarse adecuadamente. De ese modo se puede forjar unos cimientos estables, capaces de sostenernos en los momentos más oscuros. Si los niños con autoestima baja no cambian su percepción acerca de su valía, acabarán tambaleándose ante cualquier dificultad que se presente en su vida.

Es bien cierto que a veces llevamos a cabo acciones que no llevan a fortalecer la autoestima de nuestros hijos, sino que la van mermando poco a poco. Entre estas acciones podemos encontrar:

  • No permitir que nuestros hijos tengan sus propias responsabilidades. Podemos cometer el error de darle todo a nuestros hijos, sin que ellos tengan que esforzarse lo más mínimo. De ese modo, los niños jamás podrán saber si sus actos son buenos o no, y tampoco podrán valorar nada porque no han empleado el esfuerzo para conseguir cualquier objetivo.
  • No dar cariño ni mostrárselo. El amor siempre nos fortalece. Si nuestros hijos se sienten queridos y apoyados, desarrollarán una buena autoestima. Es positivo que todos tengamos la convicción de por muy mal que nos vayan las cosas, siempre habrá alguien apoyándonos y queriéndonos.
  • Premiar aquellas cosas que no dependen del niño. Como por ejemplo el hecho de que sea muy alto, o muy rubio. Son cosas que dependen del azar genético, y el niño no tiene nada que ver en ello. Tenemos que premiar aquellas cosas que requieran un esfuerzo del niño, como por ejemplo una buena lectura de un libro, o hacer un ejercicio de matemáticas correctamente.
  • No dejar que se expresen libremente. Cuando no dejamos que nuestros niños expresen sus emociones y sentimientos, pueden percibir que aquello que sufren y piensan no es válido, y por tanto no tiene por qué ser escuchados por nadie. Este hecho importante a la hora de crear niños con autoestima baja.

Cómo definimos la autoestima

La autoestima se puede considerar como la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, y cómo nos valoramos. Es un proceso que se forja desde la propia infancia, e influye en nuestro desarrollo cognitivo y emocional. La autoestima es, entonces, el acto de valorarnos, querernos y respetarnos tal y como somos.

Los niños con autoestima baja no son capaces de quererse. No han aprendido a valorarse. No saben establecer unas metas vitales, y con incapaces de esforzarse en conseguir aquello que quieren, porque no saben tampoco quererse a sí mismos.

Cuando los niños con autoestima baja llegan a la edad adulta, serán personas que sufran. Una autoestima dañada empuja a la persona que la sufre a la dependencia hacia los demás, y el desprecio por ellos mismos. Cuando uno no se quiere ni se acepta, se convierte en una persona fácilmente manipulable, y dependiente de la atención de los demás. Son personas que dañadas que sufren en silencio.

Una autoestima alta nos permite desarrollar un amor sano hacia los demás y hacia nosotros mismos. También nos da seguridad, y eso es esencial para manejarnos en este mundo. Cuando la autoestima es la correcta, permite a la persona a crear una imagen sobre ella que le ayudará a desenvolverse de un modo sano.

¿Los niños con autoestima baja pueden aumentarla?

Como hemos citado anteriormente, la autoestima se forja desde la infancia. Las primeras palabras que dedicamos a nuestros hijos son esenciales en la construcción de su autoestima. Por ese motivo, debemos tener un lenguaje adecuado y constructivo con nuestros menores. Los niños son como esponjas, y tomarán las referencias de cómo les percibe los demás, para construir su propia imagen. Con ello, tendrán muy en cuenta las opiniones de los adultos de su entorno acerca de ellos, para formar su autoestima.

Lo que aprendemos en la infancia no es algo inamovible. Todo lo contrario. Lo ideal sería crecer en un ambiente sano, donde no existan los apegos tóxicos ni los malos modos, pero la realidad es otra. Existen niños que no tienen esa suerte, y acaban por desarrollar una autoestima baja, y necesitaran de ayuda para construir una imagen propia donde pueda quererse y valorarse tal y como es.

Los niños con autoestima baja deben darse cuenta de que son más importante que sus actos. Todos podemos errar y fallar, y eso no determina lo que somos, y nuestra valía. Deberán así descubrir que tiene que hacerse valer, y que cada vez que hagan algo mal, pueden rectificar y volver a intentarlo, porque ellos son capaces.

La influencia de la familia en la formación de la autoestima

La formación de nuestra autoestima se forja a través de las dinámicas de la propia familia. Como nos traten y nos valoren, puede equilibrar la balanza que determina si nuestra autoestima será baja o alta.  Un niño con autoestima baja es fruto de unos padres que tampoco se valoran a sí mismos, y fueron incapaces de comprender y atender las necesidades vitales del niño, así como dar el aliento y el apoyo que necesitan.

Los psicólogos siempre decimos que para que todo vaya bien debemos tener una autoestima plena, y es así. Ella nos proporciona una visión sana y positiva de nosotros y, por ende, de los demás.  Nos da confianza y la convicción de que podemos conseguirlo todo. La autoestima hace que gestionemos mejor todo aquello que no pasa y experimentamos.

La familia siempre será el primer grupo social con el que interactuamos. Esas interacciones determinarán en gran medida lo que somos, como percibimos el mundo, como nos perciben los demás, y como nos percibimos nosotros mismos. Son nuestros padres quienes tienen el deber de establecer una relación que fomente la creación de una buena autoestima de sus hijos.

Tampoco quiero culpabilizar a los padres que no han sabido cómo gestionar la creación de la autoestima de sus hijos. Todos cometemos errores, y hacemos lo que podemos cuando se trata del desarrollo y la educación de nuestros hijos. El niño también es un ente activo a la hora de construirse su propia autoestima. Así que también somos responsables de cómo nos vemos y de cómo nos sentimos. Y siempre podemos mejorar nuestra autoestima si nos decidimos a ello, y buscamos ayuda cuando no necesitemos. La familia influye, pero al final los hijos deciden.

Cómo fomentar una buena autoestima a nuestros hijos

Ayudar a nuestros hijos a que construyan una autoestima fuerte y sana, es una de las tareas más importantes que tenemos los padres. Debemos enseñar a nuestros hijos a valorarse, a respetarse y aceptarse tal y como son.

Hay que tener en cuenta de que los padres somos los mayores referentes para nuestros hijos. Nuestro ejemplo y cómo les tratamos, son dos factores esenciales para la construcción de una autoestima correcta. Tenemos que ayudarles a que se relacionen con el mundo y con ellos mismos de un modo constructivo.

Nuestros hijos necesitan desarrollarse en un ambiente seguro y amigable. Los niños con autoestima baja son niños tratados desde el desprecio, la indiferencia y la agresividad. Ese rechazo y desesperanza que parte de las personas que deben de ser un referente positivo, como son los padres, minan la autoestima del niño, y crea una persona incapaz de aceptarse, y de quererse tal y como es. Por eso es importante que:

  • Centrarnos en todo lo bueno que puede hacer el niño, en vez de centrarnos en sus errores. Si tenemos que hacerle alguna crítica que esta sea constructiva y positiva.
  • No le digas cómo debe ser, si no anímale a quererse tal y como es, y a mejorar en aquellas cosas en las que puede hacerlo.
  • Escúchale siempre. Deja que se exprese libremente. Es importante para cualquier niño sentirse escuchado, y de ese modo, valorado.
  • Respeta sus emociones. No deprecies ni intentes reprimir cualquier emoción que experimente tu hijo. Deja que todo fluya y que pueda conocerse a través de sus propias emociones.

La autoestima implica que nos conozcamos y de ese modo lleguemos a aceptarnos. Pasaremos sin duda por malos y buenos momentos, y en todos ellos debemos mantenernos firmes. Ello lo conseguiremos siempre que nos valoremos, y de ese modo no olvidemos que tenemos la capacidad de afrontarlo todo. En los niños, existen una serie de claves que ayudarán a favorecer la expresión de sus emociones, como son:

  • Establecer un ambiente seguro y de aceptación, que ayude a los niños a expresas sus emociones libremente.
  • Apoyar la comunicación que les ayude a expresar su malestar.
  • Contarles situaciones similares a las que están viviendo con tal de que puedan comprender que les sucede, y cómo pueden gestionar todo lo que sienten.
  • Enseñarles a afrontar las situaciones Debemos convertirnos en un ejemplo para ellos.
  • Ayudarles a sentirse bien y arropados en situaciones de decepción o de derrota.

Y por último mencionar la importancia de utilizar siempre un lenguaje adecuado. Los niños con autoestima baja son niños que han recibido siempre mensajes con un lenguaje hostil e inadecuado. Es importante que nuestros hijos reciban mensajes constructivos, y de un tono amigable. Eso les aportará seguridad, y una visión más positiva de su mundo, así como de ellos mismos.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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