No me acepto tal como soy
Afirmar que no me acepto tal como soy es muy habitual. A veces podemos llegar a ser nuestros peores jueces, y nuestros más acérrimos enemigos. Las personas con una autoestima baja serán siempre muy críticas con ellas mismas, castigándose constantemente por los errores o fallos que puedan cometer, así como por sus defectos. Son personas capaces de decir “no me quiero” de forma convencida y natural.
No aceptarse uno tal y como es, tiene como causa la baja autoestima. Las personas que la sufren se castigan emocionalmente por cualquier pequeño fallo que puedas o pudiesen cometer. Se ven incapaces de tener alguna virtud. Solamente se centran en sus defectos, y no creen tener derecho a sentirse valorados, o tener las mismas oportunidades de los demás.
Las personas que expresen un no me acepto tal como soy, son personas totalmente rígidas e implacables con ellas mismas. Se exigen demasiado, y ante cualquier fallo que pueda hacer, pueden llegar a castigarse a si mismos. Jamás podrán valorar todo lo bueno que hay en ellas, ya que los defectos tienen un mayor peso en su autovaloración, creyéndose personas con un valor inferior a las demás.
Quien no se quiere, y no se acepta a si mismo, será incapaz de querer y aceptar a los demás. Son personas totalmente negativas, que siempre se fijará en todo lo malo de la vida y las personas. La baja autoestima le empujará a un abismo oscuro, en el cual nunca podrá valorarse y darse el lugar que merece en este mundo.
Todos necesitamos aceptarnos tal y como somos. Si podemos mejorar en algún aspecto, esos cambios siempre serán constructivos y bien recibidos. Pero también debemos aceptar nuestros defectos, porque ellos forman parte de nosotros. Todos los tenemos, y no pasa nada. Nos debemos juzgarnos y hacernos daño a nosotros mismos. No podemos estar constantemente fijándonos en todo lo malo, hay que centrarnos en todo lo bueno que hay en nosotros, y todo lo que podemos aportar a las personas que queremos.
Juzgarnos constantemente solo consigue hundirnos más, y vernos como personas totalmente incapaces, cuando no es así. Todos tenemos defectos, y algunos aspectos podemos mejorar. Pero tanto si podemos cambiar como que no, debemos querernos tal y como somos. Si no somos capaces de querernos y aceptarnos, tampoco seremos capaces de hacerlo con los demás.
Las causas de los “no me acepto tal como soy”
Cuando una persona recibe a todo momento crítico no constructivas o de carácter hiriente, al final creerá que los juicios que los demás hacen de ella son verdaderos. Este hecho tiene más fuerza si estamos hablando de un niño o de una niña. Personas que han estado expuestas, desde su infancia, a un círculo asfixiante, donde en todo momento se les ha remarcado aquello que hacen mal, y los defectos que posee, desarrollaran una autoestima baja.
Todas esas heridas marcan a cualquier persona. Si llegamos a creer que no valemos nada, podemos llegar a decir eso de “no me acepto tal como soy”. Es difícil gestionar de edad adulta las críticas no constructivas y dañinas, pues imaginemos en la infancia. Todos esos juicios y críticas pueden llegar a destruir por completo a esa persona, haciendo que se desarrolle con la idea que nada bueno puede salir de ella.
Es horrible marcar para siempre a una persona por unas críticas que solo quieren hacer daño. Tenemos que tener muy en cuenta qué decimos y para qué. Aquella persona que es incapaz de gestionar su percepción acerca de si mismo, cualquier mala crítica puede hacerle mucho daño. En vez de fijarnos en lo malo de los demás, quizás deberíamos fijarnos en todo lo bueno que hay en ellos. No podemos estar siempre fijándonos en lo malo, con todo lo bueno que hay en cada uno, y en la propia vida. No juzgues, ni dejes que te juzguen. Sé quién eres, y quiérete tal y como eres. Mejora lo que puedas, y acepta todo lo demás. La vida es uno, y no podemos vivir bajo el yugo del que dirán, y de nuestros propios juicios.
Características de las personas con baja autoestima
Las personas con una autoestima baja suelen tener ciertas características comunes, que nos sirve para poder identificarlas. Y entre dichas características podemos encontrar:
- Percepción negativa acerca de si mismos.
- Mentalidad rígida.
- Miedo ante los cambios.
- Incapacidad para valorarse, y valorar sus virtudes.
- Se centran solo en sus defectos.
- Miedo a equivocarse.
- Sufrimiento de episodios depresivos.
- Incapacidad para tomar decisiones.
- Tendencia al aislamiento social.
- Padecimiento de ansiedad.
- No son capaces de identificar ni expresar sus emociones.
- No aceptan las críticas, aunque ellas sean constructivas.
- Son pesimistas.
Estas son algunas de las principales características de las personas que padecen una autoestima baja. Todo es fruto de una percepción negativa de si mismos, y una incapacidad para gestionar los juicios y opiniones de los demás, y de sí mismo.
No consigo llegar a quererme
Es realmente duro no poder llegar a quererse. No hemos hecho nada tan grave como para odiarnos. Tener esa clase de percepción acerca de uno mismo, es tan dañino que logra destruirnos. Nadie tiene unos defectos o suele cometer errores tan graves como para no aceptarse tal y como es, y perdonarse.
Si los demás han sido duros con nosotros, no tenemos que serlo también nosotros. No podemos apoyar unas críticas o unos juicios que buscan hacernos daño. Nadie que nos quiere lo suficiente es capaz de hacernos semejante daño. Si lo hacen es porque son personas que buscan hacernos daño, porque no nos quieren, y por tanto sus juicios no tiene por qué importarnos.
Sé que tienes mil defectos, como yo, como todos, pero tienes mil virtudes más. Por tanto, no debes centrarte en lo negativo, sino en todo lo bueno que hay en ti, y en todo lo que tienes por aportar a este mundo. De nada sirve ponerte la zancadilla por una opinión que has construido por cómo te han tratado los demás. Quiérete tal y como eres.
Todos cometemos errores, es algo inevitable, pero esos errores no nos definen. Forman parte de nuestro aprendizaje. Por tanto, es totalmente dañino pensar que los fallos que cometemos, determina quienes somos. Tener esa percepción acerca de nosotros mismos nos daña, y da la razón a aquellas personas que intentan hacernos daño con sus opiniones.
No seas tan duro contigo mismo
Es esencial aceptarnos tal y como somos. Nadie nos puede remplazar, somos únicos, y debemos resaltar esas diferencias. Que tenemos defectos, es verdad, pero no nos definen. Lo que verdaderamente nos define es todo lo bueno que hay en nosotros, y todo lo que tenemos que compartir con los demás. Si tenemos que mejorar en algo, está bien hacerlo, pero si no, debemos aprender a aceptar nuestras singularidades.
Que vamos a fallar y a cometer errores, es una realidad implacable. Forma parte de la vida y de nuestro aprendizaje personal. Y si nos caemos, no pasa nada. Nos levantamos, nos sacudimos el polvo, y seguimos adelante. No podemos fustigarnos por cometer errores, ya que eso es el mayor error que podemos llegar a cometer.
Debemos cambiar los “no me acepto tal como soy” por la aceptación, la valoración, y el cariño hacia uno mismo. No debemos ser tan severos con nosotros. Tenemos que ser más amables con nosotros, y no juzgarnos de forma tan implacable. Si nosotros no nos queremos, difícilmente lo harán los demás. Tenemos que centrarnos en todo lo bueno que conforma aquello que somos.
Cómo aceptarnos tal y como somos
Cuando la autoestima es tan baja que somos capaces de hacer afirmaciones tales como no me acepto tal como soy, son casos que necesitan de apoyo y ayuda terapéutica. La terapia nos ayudará a volver a tener una percepción positiva de nosotros, y de aceptarnos tal y como somos. Solo con la ayuda profesional podemos mejorar nuestra autoestima.
Al sufrir las opiniones de los demás acerca de nosotros, y no saber cómo gestionarlo adecuadamente, nos habrá hecho heridas muy profundas en nuestra alma. Esas heridas solo pueden ser cicatrizadas mediante el tiempo y la ayuda terapéutica. Gracias a este tipo de apoyo, podremos aprender de nuevo a querernos y aceptarnos. Al final la clave está en aprender a ser más permisivos con nosotros, y más amables. Si no llegamos a querernos, difícilmente podremos querer a los demás. No seamos tan duros con nosotros. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online