Conductas autodestructivas
Nuestras vivencias y experiencias hacen que seamos quienes somos. Nos curtimos a través de todo lo que nos ocurre, como percibimos las cosas, y con quien nos relacionamos. Todas esas experiencias, emociones, y sentimientos construyen nuestra personalidad, y afrontamos las cosas tal y como hemos aprendido. También decir que todo lo vivido nos enseña como comportarnos, y dependiendo de si esas enseñanzas vitales han sido positivas o negativas, nuestro comportamiento será de un modo u otro. Si esas experiencias han sido de carácter negativo, es muy normal que podamos desarrollar las 7 conductas autodestructivas que debemos afrontar que describiremos en este artículo.
Las conductas autodestructivas suelen aparecer de un modo inconsciente. Tenemos que pensar que son la respuesta a un dolor emocional que no ha sido tratado, y salen a flote cada vez que nos enfrentamos a una adversidad que no sabemos cómo gestionar ni como afrontar. Este tipo de conductas nos pueden destruir por completo, hacernos daño, y hacer daño a las personas que nos rodean.
Una persona que desde pequeña se ha visto envuelta en conflictos y en adversidades que no sabía cómo afrontar, percibirá el mundo que lo rodea de un modo hostil. Además, son personas que tampoco han tenido ni el cariño, ni la seguridad, ni el apoyo que necesitaban en esa edad, donde son emocionalmente vulnerables y moldeables. Por tanto, quien ha crecido en un ambiente conflictivo y ha tenido unas experiencias negativas, se desarrollará bajo ese prisma, y sus conductas serán verdaderamente tóxicas.
Las 7 conductas autodestructivas que debemos afrontar son capaces de destruir todo aquello que somos, y todo aquello que nos importa. Debemos aprender en un primer momento a identificar que nos pasa, y el porqué. Una vez que seamos capaces de reconocer nuestra problemática, podremos afrontarla. Uno solo puede afrontar aquello que identifica. Una vez que sepamos qué nos pasa, debemos buscar toda la ayuda que nos sea posible con tal superar nuestros viejos fantasmas que nos empujan a comportarnos de un modo tóxico, y dañino para nosotros mismos.
7 Conductas autodestructivas que debemos afrontar
Para poder afrontar cualquier problemática que suframos, antes debemos identificar que nos ocurre. Es la única forma de saber a qué nos enfrentamos. En ese momento es cuando podemos buscar la ayuda que necesitamos. Y entre las 7 conductas autodestructivas que debemos afrontar más comunes encontramos:
- No respetarnos ni querernos a nosotros mismos. A veces crecemos con la sensación de que no somos capaces de hacer cualquier cosa, o que no somos lo suficientemente valiosos. Si nadie nos ha valorado y nos ha dado la seguridad que necesitábamos desde nuestra más tierna infancia, creceremos pensando que nos somos personas valiosas, y que no nos merecemos nada bueno que nos pueda ocurrir. Si nadie nos ha tenido ese respeto ni ese cariño que necesitamos, podemos llegar a percibirnos de un modo negativo y totalmente dañino. Es fundamental tratarnos como nos gustaría que nos tratarán, y por tanto debemos aceptarnos y respetarnos nosotros mismos para que los demás también lo hagan. Todo empieza y acaba en nosotros.
- No tener buenos hábitos. Es esencial cuidarnos tanto a nivel mental como físico. Al final somos un todo, y si nuestra mente falla, también lo hará nuestro cuerpo, y viceversa. Siempre que sufrimos algún problema o trastorno emocional es habitual que dejemos a un lado el hecho de cuidarnos, y de mantener unos buenos hábitos como es el descanso, comer saludablemente, o dormir las horas que sean necesarias. Es habitual que en estos casos nos olvidemos de mantener unas pautas saludables, y es por ello que debemos aprender a tener unos hábitos que nos aporten bienestar y nos ayuden a mejorar. Para ello es importante establecer unas pautas y unos horarios. Debemos por ejemplo, saber qué comer y cuando hacerlo. Tenemos que preocuparnos por nuestra salud física para mejorar nuestro bienestar emocional. Debemos apostar por conductas y actividades saludables como es el deporte. Tener buenos hábitos nos ayudarán a sentirnos bien, y percibir todo de un modo más positivo y constructivo.
- Tener en cuenta las opiniones de los demás. Tener poca confianza en uno mismo, y no valorarnos tal y como nos merecemos, nos empuja a padecer un miedo atroz a lo que opinen los demás de nosotros, y de todo lo que hacemos. Con una autoestima baja no tenemos la capacidad de tener una buena concepción de nosotros, y eso nos lleva a temer lo que los demás opinen de nosotros, y puedan llegar a certificar lo que pensamos de nosotros mismos. Ese miedo nos impedirá hacer muchas cosas, porque el miedo en si nos paraliza, y más aún cuando queremos dar una buena imagen, y necesitamos la aprobación de los demás. La necesidad nos hace vulnerables, y necesitar que los demás nos acepten y no valoren puede llevarnos a tener conductas totalmente contrarias a lo que somos. Limitar nuestros gestos, nuestras palabras y nuestros actos a buscar que los demás nos acepten es realmente doloroso, y genera un gran sufrimiento. Quizás sea una de las 7 conductas autodestructivas que debemos afrontar con mayor rapidez y eficacia.
- No expresar nuestras emociones. Somos seres emocionales y todos tenemos la necesidad de expresar de algún modo lo que nos pasa, y como nos sentimos. Intentar camuflar todo aquello que nos hace daño y no nos permite avanzar es un gran error, porque nos paraliza y nos genera más sufrimiento. Las emociones aparecen para decirnos algo, ya sea para señalarnos que algo va bien, como que algo va mal. Por ese motivo tenemos que dejar que esas emociones nos envuelvan, y nos digan aquello que tienen que decirnos, y si necesitamos cambiar algo, lo hagamos. Existen emociones negativas como la tristeza o la ira. No se deben silenciar, sino que debemos identificar el porqué experimentamos esas emociones, y que debemos cambiar en nuestras vidas para que no vuelvan a aparecer en nuestras vidas. De igual modo, es importante que logremos identificar que nos pasa, y podamos verbalizarlo. Explicar qué nos ocurre nos ayuda a entender, y nos ayuda a que los demás nos entiendan, y puedan ayudarnos. Si sufrimos un problema, debemos afrontarlo, y no mirar hacia otro lado.
- Hacernos las víctimas. Cuando alguien se victimiza deja de ser responsable de lo que hace y de lo que piensa, y eso nunca es positivo ni constructivo. No podemos dejar que aquello que nos ha pasado determine nuestra vida. Por muchas malas experiencias que hayamos vivido, eso no determina quienes somos, ni la calidad de nuestras relaciones, ni si somos capaces o no de hacer cualquier cosa. Cobijarnos en nuestras penas y tristezas es no mirar cara a cara a la vida, y no hacernos responsables de nosotros mismos. Todos tenemos la capacidad de cambiar, de hacer cosas positivas, de vivir como queremos. Así que hacerse la víctima solo sirve para crearnos más sufrimiento y dolor del que ya hemos vivido. Si quieres tener la vida que quieres tienes que responsabilizarte de ti.
- Centrarnos en nuestros defectos. Una de las cosas que más hacemos es fijarnos mucho más en nuestros errores y fallos, que en nuestros aciertos. Nadie es perfecto, ni nosotros tampoco. Todos tenemos miles de defectos, pero tenemos también mil virtudes, y a veces solo nos fijamos en lo malo que hay en nosotros. Y a veces, cuando cometemos un fallo, somos implacables con nosotros mismos, y nos echamos encima la culpa, y dejamos que emociones tan negativas como la vergüenza nos arrebate todo lo bueno que hay en nosotros. Es importante ser constructivos, y con ello debemos mejorar siempre todo lo que podamos mejorar, y lo que no simplemente aceptarlo como parte de nosotros mismos. Es esencial centrarnos en todo lo positivo y bueno que hay en todos nosotros, y no ser nuestros propios jueces ni verdugos, porque nadie puede hacernos tanto daño uno mismo. Por ese motivo, debemos ser cuidadosos y hablarnos de un modo respetuoso y afectivo. Tenemos que querernos y valorarnos tal y como somos. Porque somos únicos. Porque somos nuestro todo.
- No hablarnos de un modo amable. Tenemos la obligación de aceptarnos y querernos tal y como somos. No podemos ser otra persona, ni fingir quienes no somos. Somos únicos, y debemos abrazar esa singularidad. Todos tenemos algo bueno que aportar, y debemos valorar nuestras capacidades, que son únicas y nuestras. Si quieres que los demás te acepten, te valoren, y te respeten, primero debes hacerlo tú. Como ya he apuntado en el apartado anterior, todos debemos hablarnos con amabilidad. Tenemos fallos y caídas, y no tenemos que ser tan rígidos con nosotros mismos, hacemos lo que podemos, y lo hacemos lo mejor que sabemos. Tenemos que comenzar a tratarnos bien. No podemos convertirnos en nuestros peores enemigos, ni en nuestros jueces. Tenemos que apoyarnos, que querernos. Y tenemos que hablarnos de un modo cariñoso y respetuoso. El hecho de no querernos ni aceptarnos es una de las 7 conductas autodestructivas que debemos afrontar más dañinas. Mírate, eres una persona única. Eres especial. Conviértete en tu todo. Quiérete y valórate, comienza tu propio cambio. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online