¿Qué es una persona tóxica?
Podríamos describir a las personas tóxicas como aquellas que son capaces con su comportamiento de desgastar, intimidar, culpabilizar y ningunear a los demás. Es un tipo de personalidad que se nutre de personas bondadosas, para apropiarse de su energía, y conseguir todo aquello que se propongan, aunque tenga que utilizar la violencia o el maltrato físico y emocional.
Las personas tóxicas son aquellas que te dominan y controlan, usando toda clase de estrategias psicológicas, incluida la manipulación, la agresión, o el acoso, entre otras. Jamás tendrán en cuenta ni tus necesidades ni tus sentimientos. Se centran siempre en sí mismos, y perciben a los demás como simples herramientas para conseguir aquello que desean.
Somos seres que nos relacionamos constantemente con los demás. Por ese motivo debemos aprender a identificar a esas personas que solo se unen a nosotros para aprovecharse de nuestra bondad. Es muy fácil caer en las garras de una persona tóxica, y debemos estar preparados para poder rechazar a ese tipo de personas por nuestro bien emocional y psicológico.
Lenguaje que hace daño
Toda persona tóxica usará un modo de comunicarse específico. Es un lenguaje sutil que poco a poco nos hace daño y es capaz de mermar nuestra autoestima. La forma de emplear las palabras puede engrandecernos, o, por el contrario, hacer que nos hagamos pequeños. Las personas manipuladoras conocen el poder de la palabra, y la utilizarán para que te sientes pequeño e indefenso, y pueda conseguir de ti todo lo que quiera.
Recuerda que las personas que emplean el lenguaje para hacer daño, provocar miedos, cultivar los complejos o entristecerte, son tóxicas, y debes estar en alerta para alejarte de esta clase de personas que solo quieres beneficiarse ti a toda costa.
¿Cómo son las personas tóxicas?
- Son personas egocéntricas. Siempre pensarán en ellas mismas y en sus necesidades ante que los demás. Es más, percibe a las personas como objetos que les permitirá conseguir aquello que quieren. No tienen en cuenta los sentimientos de quienes le rodea. Solamente cuenta su voluntad y sus deseos.
- Son personas negativas. Su visión del mundo que les rodea siempre será negativa. Todo lo que escucharás de su boca son quejas. De ahí que sean capaces de absorber toda la energía de aquellas personas que le prestan su atención. Además, siempre utilizará la crítica para menospreciar a los demás.
- Se hacen las víctimas. Buscan que su entorno se compadezca de ella y así bajemos la guardia. De ese modo puede actuar de forma manipulativa consiguiendo aquello que quiere alcanzar. Nadie sospecha de las intenciones mal intencionadas de una supuesta “víctima”. Crear pena les viene bien para conseguir manipular a sus víctimas. Son lobos con piel de cordero.
- Creen que todos están en su contra. Suelen tomar la actitud de que todo y todos están en su contra y así tiene una justificación para no enfrentarse a su entorno, y de paso hacerse la víctima. También esa conducta les ayuda a no culpabilizarse por el daño que hacen.
- Son personas envidiosas. Las personas tóxicas siempre querrán lo que los demás tienen, y sobre todo lo que los demás son. Tienen una autoestima muy baja y siempre querrán apropiarse de todo lo que pertenece a los demás., incluso su energía.
- Son personas infelices. Este tipo de personalidad siempre estarán lejos de sentirse felices. En el fondo se sienten solas y vacías. Su actitud siempre acabará afectando a su bienestar emocional, sintiéndose totalmente personas desdichadas.
- No son empáticas. Como ya hemos añadido anteriormente. Las personas tóxicas jamás tendrán en cuenta los sentimientos y las necesidades de los demás. Solamente les importa ellos mismos y sus metas. Con esa actitud son capaces de aniquilar la autoestima de los demás para conseguir sus objetivos.
El daño que ejercen las personas tóxicas
Existen varios tipos de personas tóxicas. Por ejemplo, podemos toparnos con personas envidiosas, celosas, posesivas, pesimistas, manipuladoras, agresivas, etc. Y las podemos encontrar en todos los entornos, como por ejemplo en el trabajo, en nuestro círculo social, o incluso en el propio núcleo familiar.
Que decir que está en nosotros la forma de lidiar y liberarnos de esta clase de personalidades, sin que lleguen a atraparnos en su trampa, y nos dañen. Por ese motivo debemos aprender a reconocerlas y a ponerles límites.
Las personas que conviven con personas tóxicas acaban seriamente dañadas a nivel emocional y psicológico. Llegan a producir en sus víctimas temores, inseguridades, malestares, impotencias, y tristeza. Son personas que con su manipulación y su forma de ser llegan a destruirnos.
Aquellas personas que tienen la mala fortuna de toparse con una persona tóxica, pueden llegar a ser invadidas por una sensación de agobio extremo, o de malestar desbordante cuando están a su lado.
Cómo evitar que nos influyan
- No le prestes atención. Ni tampoco le des la importancia que tanto desea. Así que no le proporciones todo aquello que desea. Aprende a decir no. Tampoco hables de ella cuando no esté. No le permitas que esté siempre en tu cabeza.
- Siempre que puedas aléjate. No te mereces estar en contacto con esta clase de personas. Solo harán que te sientas mal contigo mismo.
- Si no puedes alejarte, ignorarlas. A veces por cuestiones físicas, sociales o familiares, no podemos alejarnos físicamente de esta clase de personas tóxicas. Por ese motivo, si no puede alejarte, aprende a ignorarla. Te quitará tu energía si tú se lo permites.
- Si vives con rencor, esa persona es dueña de tu atención, como hemos visto en el primer punto. Perdónala, y sigue tu camino. Es el único método de liberarte de tanta toxicidad y tanto dolor.
¿Cómo evitar a las personas tóxicas?
Las personas tóxicas buscan siempre un determinado perfil de persona para dominarla y manipularla. Suelen buscar a personas con una autoestima dañada, con una gran empatía, y un carácter profundamente bondadoso. A veces solamente basta con que pasemos por un mal momento personal para llamar la atención de estos depredadores emocionales.
Esta clase de personas se tomarán nuestra amistad como una oportunidad para apropiarse de nuestra energía y de nuestra bondad. Nos utilizarán para conseguir aquello que quieren. Y si alguna vez, nos damos cuenta de ello, y ponemos los límites, se marcharán a por otra víctima. Dejaremos de servirle en sus propósitos.
Es importante que sepamos identificar a esta clase de personas porque son capaces de hacernos tanto daño, que incluso pueden hacer que suframos algún trastorno como la ansiedad o la depresión.
Apuesta por personas que sumen no que resten
Si has sido víctima de esta clase de personas, habrás aprendido lo importante que es rodearse de personas que nos aporten, y alejarse de aquellas que nos dañen. Es un aprendizaje que se basa en la experiencia. Al final todos queremos tener al lado a personas que nos ayuden a crecer, no que nos destruyan. Así que debemos tomar la decisión de alejarnos de esas personas dañinas, y solo mantener las relaciones que nos enriquecen interiormente.
Seguro que no quieres a nadie a tu lado, que te anule, te acose, te manipule, etc. Todos queremos tener a personas que nos ayuden a sumar experiencias positivas y enriquecedoras. Pero a veces nos encontramos con personas capaces de restar y desestabilizar nuestro bienestar emocional. Es en ese momento que debemos tomar las decisiones oportunas que nos permitan alejarnos de ese tipo de personas.
Te mereces ser feliz, y encontrar a personas que compartan esa felicidad. Por ello rodéate de personas que te ayuden a crecer y a desarrollarte. Quien esté a tu lado solamente para perturbarte, debe ser apartado. No tienes por qué estar con ese tipo de personas. Perdónalas y sigue tu camino. Tu vida es tuya. Así que vívela plenamente y con quien quieras.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online