Miedo a quedarse solo

El miedo a quedarse solo

El miedo a quedarse solo, a carecer de contacto con los demás, es una fobia totalmente unida a la condición humana. Tenemos que tener en cuenta que somos seres sociales. Necesitamos de las interacciones con el resto de personas, para sentirnos aceptados, plenos, y para desarrollar muchas de nuestras habilidades. Los vínculos que conseguimos establecer con los demás nos nutren y nos enriquece. Conectar con los demás nos hace sentirnos bien, y con ello, tener un buen bienestar emocional.

Como ocurre con todos los miedos, cuando estos logran paralizarnos, y no nos permiten llevar a cabo una vida normal, es cuando surgen los problemas. Si el miedo a quedarse solo es tan intenso que no podemos mantener nuestras rutinas normalmente, y necesitamos de la compañía de los demás, es entonces cuando debemos plantearnos pedir ayuda profesional.

Estamos hablando de necesidad. Cuando una persona siente la intensa necesidad de tener compañía, y tiene un miedo irracional a estar en soledad, es cuando existe una problemática subyacente que debe ser tratada adecuadamente. Puede llegar a ser un miedo tan intento que llegue a ahogarnos emocionalmente.

¿Qué es el miedo a quedarse solo?

El miedo a quedarse solo se caracteriza por la incapacidad de realizar cualquier tipo de actividad que implique hacerlo en soledad. Pudiéndose llegar hasta ciertos límites como la búsqueda desesperada de compañía. Es la total necesidad de estar con alguien, de tener la compañía constante de otra persona. Decir que incluso existe la posibilidad de generarse en casos muy extremos, un miedo profundo a uno mismo, es decir, a estar con uno mismo en soledad, y se denomina autofobia.

Los miedos en general siempre tienen un origen subyacente. Desde niños nos enseñan a valernos por nosotros solos, pero quizás dar ese paso cuando aún no estamos preparados para hacerlo, podemos sucumbir a miedos asociados con la separación. Los niños pueden no ser capaces de entender que aquellas personas que le cuidan, no se marcharán, sino que estarán separados solo durante un tiempo determinado. El miedo a la separación es muy común en niños emocionalmente poco maduros, y si no es tratado adecuadamente, esa fobia le acompañará hasta la edad adulta, generando diversos miedos, como es el miedo a quedarse solo.

Si el miedo a quedarse solo se origina en la edad adulta, este puede venir asociado con una pérdida de un ser querido, una ruptura sentimental, etc.  Una pérdida que comporta la falta de una persona, puede generar un miedo profundo y un sentimiento de abandono, que merma la autoestima de quien lo sufre.

Cómo superar el miedo a estar solo

1-. Hay que entender nuestro miedo

El primer paso para superar cualquier miedo es aceptarlo. En este caso debemos realizar un ejercicio reflexivo para conocer el miedo a quedarse solo que podemos llegar a padecer. Es esencial entender el proceso de esta fobia que estamos sufriendo, y que podemos hacer sobre él. Este es un paso fundamental, ya que contamos con muchos métodos de defensa, y entre ellos se encuentra la negación.

2-. Aceptar el miedo que sientes

Para conseguir tratar nuestro miedo, no solo hace falta reconocerlo, sino como ya hemos dicho, debemos aceptarlo, y aceptar que forma parte de nosotros. Es un proceso más complejo que el anterior, y viene siempre acompañado con el perdón.

No podemos dejar que la culpabilidad nos absorba. Si o hacemos el miedo, hará que ese sentimiento de culpa crezca cada vez más.  Por todo ello debemos aceptar lo que nos pasa, y tratarlo de la manera más adecuada. De nada sirve mirar para otro lado, sino para dañar nuestra autoestima y acrecentar nuestro sentimiento de culpa.

3-. Analiza las causas del miedo

Todos nuestros miedos tienen una causa, un origen que tener en cuenta a la hora de tratarlo. Es por ello, fundamental descubrir qué emociones están implicadas, y de ese modo buscar posibles soluciones. Debemos aprender así, a escuchar a nuestras propias emociones. El miedo a quedarse solo, suele deberse, como ya hemos podido ver anteriormente, a una separación, a un distanciamiento o una perdida traumática. De hecho, este tipo de miedo, suele estar conectado a otras emociones, y a otros miedos, como por ejemplo, el miedo a fracasar, el miedo abandono, o al miedo al qué dirán los demás.

Puede parecer que identificar las causas de nuestros miedos sea algo sencillo de realizar, pero debemos contar con que el dolor suele distorsionar nuestra realidad, no pudiendo averiguar, por nosotros mismos, el origen de nuestras fobias. Ese es el motivo por el cual necesitamos ayuda profesional para poder discernir la raíz de nuestros miedos, y así poder superarlos mediante terapia. Es importante tener en cuenta nuestras emociones, y como nos sentimos. Saber esto nos ayudará a afrontar el miedo a quedarse solo.

4-. Asocia tu soledad a un estado positivo

Superar el miedo a quedarse solo, no implica dejar a un lado a la soledad. La soledad es necesaria. Tenemos que aprender de nuevo a valorar el hecho de estar solos, con nosotros mismos. Y eso es algo que no es malo ni negativo. La soledad puede llegar a ser un estado donde podemos disfrutar de nosotros. Así que tenemos que dejar de percibirla como algo negativo.

La soledad debe ser considerada como un estado de reconstrucción de nosotros mismos. Debemos asociar todo lo bueno que ello conlleva con el propio hecho de estar solos. Estar con nosotros mismos es un modo de cuidarnos, así como un método de crecimiento personal y emocional.

5-. Buscar la soledad

Todos sabemos que esos momentos de paz, donde estamos nosotros solos, son necesarios para reponer las energías que hemos perdido durante el día. Es fundamental que aprendamos a buscar esos momentos solo para nosotros. Es importantísimo para nuestra salud emocional. Por ese motivo, debemos reservar un momento cada día donde podamos disfrutar de esa paz buscada que proporciona la soledad.

6-. Buscar ayuda profesional

A veces el miedo a quedarse solo puede convertirse en un gravísimo problema psicológico y emocional, que puede generar depresión, ansiedad, e incluso dependencia emocional. Por ese motivo, si nuestros miedos hacen que perdamos en control, debemos acudir a la ayuda de un especialista.

Debemos saber que somos nuestra mejor compañía. Eres tu mundo. Por ese motivo debes hacer las paces contigo mismo, y volver a encontrarte. Para todo ello es necesario, momentos de paz y de soledad. Es el único método para alejarnos de todo, es ruido que acalla nuestra propia voz. Tenemos que volver a encontrarnos, y de ese modo volver a ser nosotros mismos. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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