Gastritis nerviosa

La Gastritis nerviosa

Las enfermedades digestivas suelen producir un malestar intenso e incómodo. Aunque los trastornos digestivos pueden tener multitud de causas, la gastritis nerviosa es una consecuencia de sufrir algún desorden psicológico y emocional.

Como todos sabemos, la mente y el cuerpo están unidos. Son dos entes interrelacionados. Cuando uno sufre una alteración, el otro también la sufre, y viceversa. Es decir. Cuando por ejemplo estamos pasando por un mal momento, y nuestras emociones se ven afectadas, pronto surgirán una serie de trastornos físicos relacionados, como por ejemplo ocurre con la gastritis nerviosa.

La gastritis nerviosa está provocada por la inflamación de la mucosa que recubre el estómago. Esto causa a su vez varios síntomas desagradables que describiremos después. La principal diferencia con otros trastornos digestivos, es que la gastritis nerviosa no está causada por bacterias, sino por la ansiedad y episodios de estrés.

Trastornos psicosomáticos

Como ocurre con la gastritis nerviosa, los trastornos psicosomáticos son aquellas afectaciones físicas causadas por estado mental y emocional del individuo. Es decir, cuando una persona está atravesando un periodo de ansiedad o estrés elevados, y su estado anímico esté mermado, comenzará a sufrir ciertos malestares físicos, como puede ser el dolor de cabeza, insomnio, etc.

La mente tiene un gran poder sobre el cuerpo. Cuando se sufre una alteración emocional, el cuerpo también nos grita. Por ese motivo debemos abarcar todo trastorno globalmente. La mente y el cuerpo son uno, y deben ser tratados de igual modo.

Los síntomas de la gastritis nerviosa

Como sucede con muchos otros trastornos de la mucosa estomacal, la gastritis nerviosa tiene una serie de síntomas relacionados entre sí. Son síntomas que pueden darse puntualmente, como ocurre en los casos de gastritis aguda, o de forma continuada, como sucede en el caso de la gastritis crónica. A continuación, veremos los síntomas más comunes que podemos encontrar:

  • Dolor de barriga. Es el síntoma más común. Cuando la persona está sometida a un gran nivel de ansiedad y de estrés, es normal que este hecho provoque un gran dolor estomacal. Esto es debido a una inflamación grave de la mucosa.
  • Disminución del apetito. Las personas que sufren este tipo de trastorno pierden progresivamente el apetito, sobre todo en los periodos donde el nivel de estrés es más intenso. Esto altera aún más el bienestar de la persona que lo sufre.
  • Sensación de pesadez. Es la sensación de que la comida está retenida en nuestro estómago. Lo cierto es que esto se produce cuando se sufre altos niveles de ansiedad. Las digestiones son malas y desordenadas, y por tanto notamos esa pesadez.
  • Acidez estomacal. Uno de los síntomas más molestos y persistentes de la gastritis nerviosa, es la acidez. Se trata de una sensación de quemazón que va desde el cuello hasta el estómago, y tiene su continuidad en momentos de mucho estrés.
  • Eructos y náuseas. Debido a las inflamaciones de las mucosas digestivas, es normal que se produzcan náuseas y eructos de modo continuo.

Causas de la gastritis nerviosa

La gastritis nerviosa, a diferencia de otras enfermedades relacionadas con la mucosa estomacal, no está producida por una bacteria, sino por desórdenes emocionales. La ansiedad, el estrés, o las alteraciones del estado de ánimo pueden producir este tipo de trastorno psicosomático.

Si la persona se trata de los problemas emocionales que sufre, los síntomas físicos remiten siempre sin problemas. Lo complicado surge cuando la persona tiende a la ansiedad, y esta no es tratada. En estos casos la gastritis nerviosa se puede volver crónica.

Relación entre la ansiedad y la gastritis

Como sabemos, el sistema digestivo es muy sensible a los estados emocionales alterados. Cuando una persona sufre altos niveles de ansiedad, donde el estrés es extremo, suelen darse alteraciones físicas como la propia gastritis nerviosa.

El cuerpo y la mente jamás funcionan de modo independiente. El aparato digestivo es uno de los más sensibles a la hora de captar alteraciones emocionales. Es capaz de capturar el mundo exterior y llevarlo al plano interior. Es decir, cuando existen problemas emocionales, el sistema digestivo se verá afectado con la misma intensidad.

La ansiedad y el colon irritable

La relación que hay entre la ansiedad y el síndrome del colon irritable es cada vez más aceptada científicamente. Existen opiniones que apuntan que los factores psicológicos y emocionales intensifican los síntomas de este trastorno. No son la causa, pero si acentúan los efectos de la irritabilidad del colon.

Otras opiniones científicas apuntan que nuestros problemas emocionales y psicológicos, pueden alterar nuestro sistema inmune. Quien sufra de colon irritable puede ver agravado su estado por estos factores, ya que serían capaces de alterar la respuesta del colon alterando la mucosa intestinal.

Entre los síntomas del síndrome del colon irritable podemos apuntar:

  • Dolor abdominal de tipo punzante. Puede evolucionar de moderado a leve, y su duración llegaría a las dos horas.
  • Se alternarían periodos de diarrea con otras de estreñimiento.
  • Aparición continua de gases.
  • Falta de apetito.
  • Sensación de quemazón en el pecho, vómitos y náuseas.

Tratamiento de la gastritis nerviosa

Debido a que este trastorno tiene su origen en nuestro estado emocional y psicológico, y afecta a nuestro organismo, la gastritis nerviosa debe ser tratada mediante dos vías diferenciadas pero necesarias. Una vía es médica y otra la psicológica, aunque también podríamos añadir una tercera vía: un cambio de dieta. Esta última vía nos ayudará a mejorar los síntomas mientras se trata globalmente este trastorno.

  • Ayuda médica. La gastritis nerviosa, como todas las enfermedades relacionadas con la inflamación estomacal, puede ser tratada utilizando medicamentos como el Omeprazol o el Melox. Estos protegerán las paredes del estómago del exceso de ácidos, y así disminuirán todas las molestias. Hay que tener en cuenta que es un tratamiento complementario al psicológico, que será el encargado de encontrar el origen emocional que provoca estos problemas digestivos, y tratarlo adecuadamente.
  • Ayuda psicológica y emocional. Debido a que las principales causas de la gastritis nerviosa es la ansiedad y el estrés, el único método para tratar este trastorno es encontrando el origen las provoca. Para ello se debe analizar la biografía del paciente y saber el porqué sufre de tanta ansiedad, y una vez encontrado la causa, darle las pautas necesarias para que aprenda a gestionar sus emociones negativas. Tratado la ansiedad y el estrés, se tratará los problemas digestivos derivados de estos.
  • Cambio de dieta. Es un gran recurso para mejorar la sintomatología de la persona que sufre gastritis nerviosa mientras es intervenida médica y psicológicamente. Una dieta adecuada puede conseguir que los síntomas mejores, y la persona se sienta mejor.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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